El olor a chocolate caliente invade una finca de la parroquia de Lita, ubicada en el noroccidente de Imbabura. Allí, el técnico Patricio Donoso explica a un grupo de campesinos que un quintal de pepa de cacao cuesta USD 120. Pero, si es producido orgánicamente, es decir sin agroquímicos, el coste llega a los USD 150.La explicación de Donoso es parte de un proyecto de introducción de cacao en Imbabura, impulsado por el Fondo Ítalo Ecuatoriano y la Prefectura de Imbabura. En el lugar ya se entregaron cerca de 10 000 plantas, de la variedad nacional fino de aroma mejorado. Actualmente, en las 32 comunidades de Lita se cultiva plátano, maíz, papaya y naranjilla. Estas son especies de temporada cuyos precios no garantizan ingresos altos. La caja de naranjilla, por ejemplo, varía entre USD 2 y USD 4, al pie de finca. Sin embargo, el cacao, asegura Donoso, garantizará a los campesinos de la zona una producción sustentable a partir de los dos años, en que los arbustos producen cada semana.40 campesinos, interesados en producir cacao, se han organizado en la Asociación Grano de Oro, que mantiene las puertas abiertas en espera de más miembros. Pero quizás el socio más grande de esta iniciativa, impulsada por el Fondo Ítalo Ecuatoriano y la Prefectura de Imbabura, es la Fundación Cristo de la Calle. Esta institución, que tiene a su cargo 223 niños y 95 familias en situación de alta vulnerabilidad, vio en el cacao una oportunidad para financiar sus programas. Por eso ya sembró 25 000 plantas en 30 hectáreas. La compra y el traslado de cada planta cuesta USD 0,75. Las instituciones que apoyan el proyecto decidieron donar las matas. Pero los socios de la Asociación Grano de Oro fijaron el pago de USD 0,35, para crear un fondo comunitario. El proyecto de producción de cacao en Imbabura inició en Lita. Sin embargo, se prevé extender a las zonas de Íntag (Cotacachi) y al recinto de Las Golondrinas (entre Imbabura y Esmeraldas), ambos beneficiados por su clima cálido húmedo.