Los juegos de agua y las piscinas inflables son las actividades preferidas de los guayaquileños que se quedaron en la ciudad durante el largo feriado de Carnaval.
Unas 10 piscinas, redondas y de diversos colores, fueron instaladas en el sector de la 35 y García Goyena, en el suroeste de Guayaquil. La familia Salabarría aprovechó el intenso sol de la mañana para darse un chapuzón y jugar Carnaval entre amigos, con espuma y globos.
Los miembros más pequeños de la familia Ronquillo Guzmán también armaron su piscina inflable en la calle afuera de su domicilio, ubicado en las calles 33 y Portete. Esta es ya toda una tradición en los barrios populares de la ciudad.
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Los juegos de agua en la avenida Barcelona (oeste de la ciudad), también lucían llenos de niños la mañana de este martes, 4 de marzo. Los más pequeños disfrutaban en los toboganes y chorros de agua, para aliviar el intenso calor de la urbe. A través de las rejas, sus padres los cuidaban ya que los adultos, por disposiciones del sitio, no pueden ingresar al agua.
Muchos de ellos estaban sentados alrededor de los juegos, tomando sol. Otros, como Miguel Valeriano, descansaban bajo la sombra. Él viajó con su esposa y sus cuatro hijos desde el norte de la urbe para visitar los juegos. Piensa que es una buena opción para que sus niños se diviertan ya que viajar no estaba en sus planes. Una de las desventajas del lugar, dijo, es la prohibición de ingresar alimentos.
El Parque de Puerto Lisa, en el suburbio, fue otro punto que reunió a las familias. El sitio cuenta con juegos de agua, donde niños y niñas disfrutaban jugando y dándose chapuzones. Ahí, las reglas son iguales que en el otro: el acceso a los juegos acuáticos es solo para niños y niñas de entre 4 y 9 años de edad.