En las afueras del Hospital del Guasmo, las familias esperaban con los ataúdes. Foto: archivo / Reuters
Luego de nueve meses de la pandemia, Guayaquil sigue siendo el cantón más impactado por la cantidad de muertes en exceso, con los picos más altos en marzo y abril pasados.
Las cifras del Registro Civil muestran que de marzo a noviembre se han inscrito 24 881 defunciones por todas las causas, incluido el coronavirus. Pero al comparar con el mismo período del 2019, se registran 14 961 muertes que se consideran inusuales. Esto la convierte en la ciudad ecuatoriana que más demanda de atención hospitalaria, cuidados intensivos y de servicios funerarios tuvo que cubrir en la pandemia.
En este último mes del año, los registros de fallecimientos de los primeros 22 días no evidenciaron muertes inusuales, por lo que habrá que esperar para tener el balance anual.
El 21 de marzo las inhumaciones en Guayaquil se dispararon, según los análisis del matemático Juan José Illingworth. El cantón registraba, usualmente, 37,6 defunciones diarias. Pero ese sábado fueron 58. Y ese fin de semana comenzaron a circular fotos y videos de personas que mencionaban que un familiar había fallecido en casa, pasaban las horas y no se realizaba el levantamiento.
Las imágenes pasaron de la incredulidad general a una cruel realidad. La gente estaba muriendo en sus domicilios porque los servicios sanitarios colapsaron y las funerarias tampoco estaban haciendo el trabajo usual, tramitar los servicios exequiales.
La curva de muertes subió precipitadamente durante 17 días, hasta alcanzar más de 500 diarias. Otros 34 días tardó en descender, hasta que el 10 de mayo la ciudad por primera vez alcanzó cero fallecidos por encima de lo normal.
Fue cuando la ciudad comenzó a levantarse, entre el luto y la reactivación. Aunque casi no hubo tiempo para el luto porque la actividad comercial casi no cayó y los puertos nunca pararon en la pandemia.
Los pronósticos se quedaron cortos. Jorge Wated dirigió la Fuerza de Tarea, que creó el Gobierno para recoger los cadáveres. A inicios de abril proyectó que hasta junio la provincia del Guayas superaría los 3 000 fallecimientos.
Entre el 23 de marzo y el 4 de abril ya se habían recogido más de 1 300 cadáveres. Guayaquil se convirtió en el epicentro de la pandemia en América Latina y los medios del mundo publicaban las fotos de los muertos en soportales o en las casas.
En el camposanto Parque de la Paz, una madre visita a su hijo que falleció en abril. Foto: archivo / EL COMERCIO
El 5 de abril, Wated le dijo a este Diario: “Un ataúd de cartón es más digno que tirarlos en una bolsa o enterrarlos sin bolsa o sin nada”, ante los cuestionamientos por una donación de féretros de cartón.
Los familiares de 42 personas fallecidas todavía reclaman porque sus seres queridos continúan desaparecidos. Un informe del Comité de Derechos Humanos concluyó que no se cumplieron los protocolos en el manejo de cadáveres.
Las estadísticas de contagios y muertes en la ciudad han sido una de las tantas polémicas en la pandemia. Hasta el presidente Lenín Moreno exigió, a inicios de abril, “transparencia en la información” y reconoció que había un “subregistro”.
En las cifras oficiales, el número de contagios confirmados de covid-19 en el Puerto Principal no ha superado los 20 000. Sin embargo, este número no es real debido a la cantidad de pruebas realizadas y el porcentaje de represamiento.
Hasta el 15 de diciembre, el Ministerio de Salud reportó 78 306 muestras tomadas en el cantón, lo que significa que por cada 1 000 habitantes se realizan 29 pruebas. Si se compara con Quito, que tiene una población similar, se ve que esta tasa de pruebas es baja. En la capital se han tomado 257 710 muestras, es decir, 93 por 1 000 habitantes, esto es tres veces más que en Guayaquil.
En cuanto a los sospechosos, hasta mediados de diciembre, de las muestras tomadas el 15% espera resultados. Ambos indicadores no permiten saber con exactitud la tasa de incidencia acumulada del virus en la población guayaquileña.
Entonces, ¿cuánta gente se ha contagiado de coronavirus? “Es difícil llegar a un número exacto”, responde Carlos Farhat, coordinador de la Dirección de Salud Municipal. Pero si suma los datos, más la gente sospechosa, que perdió el olfato, el gusto y le faltó el aire, calcula que en Guayaquil entre un 40% y 50% de la población ya se infectó con el covid-19.
El Municipio habilitó 45 unidades de salud gratuita para contener los contagios y mantiene 24 brigadas, que rastrean los casos barrio por barrio.
En los picos de la pandemia, la tasa de contagio en la ciudad superó el 4,5, es decir que cada persona contagiada podía transmitir el virus de una hasta a cinco personas, según los registros de Salud Municipal.
Al 28 de diciembre la tasa era de 1,05, de acuerdo con el informe de Vigilancia Epidemiológica. También registra un leve aumento sostenido de casos.