Ayer, en la Entrada de la 8 se registró alta demanda de pasajeros de buses urbanos. Foto: Cortesía
La demanda de oxigenoterapia ha disminuido en Guayaquil. En la última semana, los hospitales municipales atendieron a 11 pacientes con problemas respiratorios, presuntamente relacionados con covid-19. Y aunque todavía hay registros represados, las estadísticas del Ministerio de Salud también demuestran una reducción. Los casos confirmados pasaron de 9 291 el miércoles pasado a 9 637 ayer 26 de mayo del 2020; un aumento de apenas el 3,6%.
Estos son algunos de los parámetros que reflejan la caída de las cifras de contagios en el cantón que experimentó el pico más elevado de la pandemia por covid-19 en el país y que cumple una semana en amarillo en el semáforo sanitario.
Hoy el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal tiene previsto hacer un balance. Su presidente ocasional, Gustavo Zúñiga, explica que evaluarán la efectividad de las medidas sanitarias y de distanciamiento en la transportación urbana, comercios, así como el avance en la aplicación de pruebas rápidas y la capacidad hospitalaria.
Uno de los requisitos para el cambio de semáforo fue contar con un 30% de disponibilidad de camas para hospitalización y cuidados intensivos. Washington Alemán, quien dirige la mesa de salud ante el COE, asegura que Guayaquil está cerca de ese porcentaje.
“De lo que sabemos no hay un aumento exagerado de casos. Solo hay reportes de traslados de pacientes de fuera del cantón y de los hospitales públicos que ya no atienden covid para descongestionarlos”. Las atenciones no han aumentado en el Centro de Convenciones y hay pocos pacientes en el Hospital Bicentenario.
Sin embargo, aclara que dentro de siete días se tendrá un panorama más claro del efecto de la flexibilización de medidas. Para evitar un repunte dice que se mantiene un acuerdo entre el Cabildo y el Ministerio de Salud para la detección temprana y tratamientos.
“Hay áreas de Guayaquil donde todo el tiempo el semáforo ha estado en verde”, dice Alemán. Por eso se mantiene un trabajo conjunto, en especial en las parroquias Tarqui (norte y noroeste) y Ximena (sur), donde hay más casos y el control es más complejo.
El control también apunta a los sitios más críticos en cuanto a aglomeraciones, como la Bahía. En la zona de las distribuidoras farmacéuticas, junto a la calle Chimborazo, se forman tumultos y no solo a causa del comercio informal. Junto a los puestos ambulantes, en las aceras, se forman extensas filas de clientes que aguardan su turno de ingreso a los locales, cercados por cintas plásticas; solo 30% de compradores puede entrar, con mascarillas.
Esa medida se repite en los pasillos internos, reduciendo aún más el ajustado espacio. Cada vez más negocios empiezan a abrir sus puertas.
La alcaldesa Cynthia Viteri, en un breve balance de la semana, señaló que “todos nosotros estamos aprendiendo en esta pandemia, cada uno de los guayaquileños está tomando las medidas de seguridad”.
Anunció que esta semana se terminarán de instalar las tres carpas en los accesos a la ciudad; prestarán atención gratuita a pacientes de otras provincias y evitar así el colapso de hospitales del cantón.
Según datos de la Cámara de Comercio de Guayaquil, desde el cambio de semáforo la ciudad genera USD 103 millones en ventas cada día. Pablo Arosemena, presidente del gremio, aclara que aún no se logra llegar a los USD 120 millones diarios que se generaba antes de la pandemia. “Esta brecha de USD 17 millones se irá cerrando conforme la demanda se vaya recuperando”, dice.
En cuanto a las regulaciones, indica que la mayoría de los comercios mantiene las actividades administrativas bajo la modalidad de teletrabajo.
Para operar presencialmente, no pasan del 50% del personal total. Y los horarios de jornada varían entre seis y ocho horas por día, según la demanda.
Fijar franjas horarias de ingreso y salida de trabajadores ha sido un pedido insistente de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), al sector privado. De esta forma buscan reducir las aglomeraciones en los buses urbanos. Ayer, decenas de agentes controlaron que los buses circulen solo con usuarios sentados en la avenida Casuarina, noroeste de la cuidad. Este es uno de los puntos más críticos en cuanto a movilidad.
Fernando Amador, director de Transporte Público de la ATM, explica que desde ayer se instalaron más paraderos, donde se da información sobre los recorridos y controlan el orden entre los pasajeros. El plan de reactivación de comenzó con 55 rutas y esta semana se amplió a 62.