En una carrera contrarreloj. Así están, al menos, los propietarios del 30% de los cerca de 3 000 buses que se calcula que transitan en Guayaquil. Esas unidades aún deben incorporar las 10 mejoras que se han establecido para presentarse en el censo que la Agencia de Tránsito Municipal (ATM) iniciará este 1 de agosto en la ciudad.
Ese proceso, que se extenderá hasta el 15 de ese mes -sin posibilidad de prórroga- definirá qué buses podrán acogerse al incremento de USD 0,05 en el pasaje, según la resolución 075 que establece el reajuste de la tarifa para la transportación pública en el Puerto Principal.
Para ello, las unidades deben cumplir con varios requisitos e implementaciones en la carrocería, como adaptar medidas específicas de distancias entre asientos y alturas de escalones, el funcionamiento de escotillas y la incorporación de asideros y agarraderas.
Quienes no se censen o no cumplan con las adecuaciones establecidas no podrán circular en la urbe y serán retenidos en los operativos que realice la ATM, según Fernando Amador, director de Transporte de esa institución.
La cercanía del plazo para el inicio del censo ha hecho que los talleres de Guayaquil se congestionen por el aumento de la cantidad de buses, pues todos buscan cumplir con los cambios. El costo de las adecuaciones está entre los USD 90 y USD 3 000.
Uno de los talleres se ubica en la 21 y Oriente, en el suburbio de la ciudad. El taller Marland ha tenido que aumentar su personal para atender la demanda: pasaron de cuatro trabajadores a 16 y agregaron el domingo a la jornada laboral, que hasta hace tres semanas culminaba los sábados.
En el interior y el exterior del sitio atienden esta semana al menos a 13 unidades de diferentes cooperativas de transporte urbano. Manuel Rubio, encargado del lugar, explicó que las adecuaciones –dependiendo del año del bus- pueden tardar desde tres días hasta dos semanas.
Según él, los casos -en su mayoría- que se han atendido en este taller han tenido que ver con los cambios en las carrocerías para la colocación de una segunda puerta, las salidas y escotillas de emergencia, entre otros detalles que necesitan las unidades antiguas, de los años 98 y 99, principalmente, y que están próximos a cumplir su vida útil.
Uno de los choferes que realizó las adecuaciones fue José Villarreal. Los trabajos en su bus de la cooperativa Gran Colombia requirieron una inversión de USD 1 000. “Mi bus es pequeño, no necesita incorporar una segunda puerta como a los buses grandes, pero tuve que implementar los seguros en las puertas, reducir las sillas para cumplir con la distancia de 68 centímetros, incluir escotillas y agarraderas. Se requieren al menos 20 y cada una cuesta USD 5,50”.
En el taller Espín, en la 11 y Brasil, los buses ‘hacen cola’ para ser atendidos como sea. En el espacio del sitio se realiza, principalmente, la separación de los asientos y otras modificaciones menores en las carrocerías.
Robert Martínez, encargado del taller, contó que solamente el trabajo para mover los asientos a la distancia requerida por la ATM puede costar USD 80 y cree que varios se quedarán sin cumplir los cambios, por la falta de tiempo.
Esa preocupación la tiene Abraham Guacho, socio de la cooperativa Río Amazonas, que al momento aún posee un 28% de buses de su flota sin las modificaciones solicitadas por las AMT. “El tiempo fue corto, la mayoría se ha renovado, pero aún faltan los demás compañeros. Ojalá se dé una prórroga para los que se queden fuera del proceso de censo”.
El Director de Transporte de la AMT indicó que espera que no haya déficit en la ciudad por el censo de buses y confía en que la mayoría apruebe. Agregó que el 90% de las operadoras de la ciudad han solicitado un prechequeo para evitar inconvenientes con los que ya se asumieron los cambios. “Hemos constatado en unos casos la falta de agarraderas o que falta mejorar las distancias entre asientos, cosas pequeñas”.
Para el censo se ha establecido un calendario para que cada día -por turnos- las operadoras con sus unidades de transporte urbano se acerquen al Parque Samanes, en la av. Paseo del Parque, donde se efectuará el control municipal. El censo se realizará desde las 06:00 hasta 18:00.
Las unidades que aprueben el censo recibirán el registro Único de la Autoridad de Tránsito (Ruat), para que continúen brindando el servicio y cobren la nueva tarifa del servicio. El registro será colocado en los tres lados y en el parabrisas de los buses censados.
Los requisitos
Los buses deben contar con el certificado de revisión técnica vehicular.
Los vehículos tienen que contar con al menos dos puertas, con sus sistemas de bloqueo.
El ancho del corredor de cada bus tiene que tener mínimo 60 centímetros.
La altura del primer escalón será de máximo 45 centímetros.
Cada transporte se presentará con su carrocería y pintura en óptimas condiciones.
La distancia de los asientos será de mínimo 68 centímetros. El 12% de asientos se destinará a los grupos vulnerables.
Tendrá 20 agarraderas y 2 asideros horizontales.
Las unidades contarán con un mínimo de dos escotillas de emergencia.
En las unidades habrá 3 ventanas de salida de emergencia.
Se prohíben vidrios negros, cortinas, cornetas, luces estroboscópicas o intermitentes, calcomanías y publicidad exterior salvo de microperforado en el parabrisas posterior.