El aumento de la afluencia de turistas y jubilados extranjeros en la capital azuaya demandó la necesidad de un nuevo servicio: la atención en otros idiomas. 14 de los 65 integrantes de la Guardia Municipal Ciudadana están especializados en manejo turístico y hablan español, inglés y francés.
Ellos están distribuidos en los sitios más visitados del Centro Histórico, y con conocimiento sobre turismo, aportan con la información que necesitan los visitantes.
De acuerdo con datos de la Fundación Municipal de Turismo, más de 200 000 visitantes del exterior llegan a la urbe cada año. Además, unos 5 000 jubilados estadounidenses, europeos y canadienses viven en la capital azuaya.
El proyecto es impulsado por la Guardia Municipal Ciudadana desde el 2012. Según su director Édison Moscoso, la idea surgió para mejorar la relación con los extranjeros y para aprovechar el conocimiento de inglés, inicialmente, de cuatro guardias.
Visten uniforme azul y llevan consigo material turístico. “Hay que ser hospitalarios con los turistas, para conocer de cerca la apreciación que tienen sobre esta urbe patrimonial”, dice Adrián Delgado, quien habla inglés y francés.
El estadounidense Bernie Greemiald, de 70 años, lleva tres semanas en Cuenca y se quedará otras tres. El pasado domingo caminaba por el parque Abdón Calderón cuando el guardia Kléber Guillermo, de 35 años, le saludó con atención: “Hello, ¿how are you?”.
Sonriente, Greemiald le respondió. Hablaron amenamente por 20 minutos. El extranjero alternaba su inglés con algunas palabras en un español mal pronunciado.
Greemiald contó que recorrió los sitios más importantes del Centro Histórico, El Cajas y ‘gringolandia’, como se conoce a las avenidas Ordóñez Lasso y Las Américas, donde están los edificios que albergan a la mayor cantidad de jubilados extranjeros.
Los guardias especializados recorren entre las 08:00 y las 22:00 los parques Abdón Calderón, de Las Flores y de La Madre. También, el Barranco del río Tomebamba, los alrededores de las iglesias patrimoniales, museos, el paseo 3 de Noviembre, entre otros sitios turísticos. No están armados, solo llevan gas pimienta y un radio transmisor.
Además, están capacitados para atender emergencias por robos. La guardia cuencana Daniela Patiño tiene 22 años y está por terminar su carrera de Ingeniería en Gestión Administrativa.
Ella domina el inglés y la mañana del domingo atendió a unos turistas canadienses que buscaban información sobre los museos públicos. Les proporcionó los datos y un mapa de ubicación.
Según Patiño, las inquietudes más frecuentes son direcciones, los costos por carreras de taxi, recomendaciones de restaurantes, sitios peligrosos… “Nos ponemos a las órdenes, les entregamos la información y se van agradecidos”.
Los guías bilingües tienen varias anécdotas de su labor. La más importante y reciente para Kléber Guillermo fue la recuperación de un bolso, el pasado miércoles. Tenía los pasaportes de cinco turistas estadounidenses y su dinero.
Los viajeros se tomaron fotografías en el parque Calderón, cuando una de ellas se percató que no tenía su bolso y no recordaba en dónde lo dejó. Guillermo les acompañó a los restaurantes y sitios donde estuvieron antes y encontró los objetos perdidos.
“Para ellos fue una felicidad inmensa, porque era su primer día en Cuenca y ella tenía el dinero de todo el grupo”, dijo Guillermo.
Pero también les ha tocado atender musulmanes que saludan con doble beso en la mejilla o dicen frases como “Yo cangurito” para decir que provienen de Australia.
A los extranjeros les llama la atención el uniforme de los guardias, por eso varias veces han pedido permiso para tomarse una foto con ellos y llevarse de recuerdo.
Gustavo Saquisilí, director ejecutivo encargado de la Fundación Municipal de Turismo, destacó que los niveles de seguridad (por asaltos o descuidos) bajaron con la presencia de los guías especializados en turismo.
Para él, otro resultado positivo es el efecto multiplicador para el turismo, porque ellos no solo resuelven las necesidades de los extranjeros que no hablan español sino que también distribuyen la folletería y recomiendan las rutas y lugares patrimoniales que pueden visitar.
Otros detalles de esta iniciativa
La Fundación Municipal de Turismo y la Universidad de Cuenca desarrollaron talleres de capacitación para los guardias de la Unidad de Turismo sobre atención.
También capacitaron sobre cultura e historia de la ciudad, rutas turísticas, medidas de protección… La idea es aumentar el número de uniformados especializados.
En julio pasado, solo en los lugares turísticos por donde recorren los guardias atendieron a 900 viajeros extranjeros con información solicitada y en agosto más de 1 000 personas.
La Guardia Municipal Ciudadana ejecuta este proyecto con 14 uniformados. De ellos dos usan bicicleta, uno en moto y el resto camina. Cumplen jornadas de ocho horas de trabajo.
Para actos especiales y culturales que se realiza en el Centro Histórico, los guardias visten uniforme de parada (azul marino) y sombreros de paja toquilla, como distintivos.