L a Secretaría Nacional de Riesgos informó ayer que se eliminó la restricción de mantener al ganado fuera de sus lugares habituales en la zona del volcán Tungurahua.
Esta es una de las modificaciones que se hicieron a las medidas de seguridad que rigen en las zonas en riesgo por el volcán.
También se ordenó la salida de los militares que controlaban el paso en las vías. Ellos estaban en Baños y en los sectores de Los Pájaros, Ulba y Bascún.
Los militares se mantendrán, como precaución, en el albergue de Cotaló. Este poblado es estratégico para llegar con rapidez hasta los lugares más afectados por la caída de material.
Además, se ratifica la alerta naranja para los cantones Guano y Penipe, en Chimborazo. Mientras que el cantón Baños sigue con alerta amarilla.
María del Pilar Cornejo, secretaria de Riesgos, señaló que se libera la obligatoriedad a los campesinos de permanecer en los albergues durante las noches.
Anunció que se permite la reactivación de la Escuela de Policía en Baños, la cual había sido habilitada como albergue, sin embargo, se mantendrán vituallas almacenadas en caso de que se presente una emergencia.
Antes de que se anunciara la medida, los campesinos de la comunidad Chacauco ya regresaron sus reses el pasado domingo. Los esposos Ángel Oñate y Gloria Miranda fueron los primeros en llegar a la comunidad.
Gloria asegura que el pasto se acabó en Cotaló. Los animales estaban muriendo del hambre. “Decidimos regresar a nuestros terrenos. Vea el pasto, está lindo, hay poca ceniza. De ganita estábamos sufriendo en Cotaló”.
Ángel alimentaba ayer su ganado con banano. Es el único patrimonio que tiene esta familia.
Antonio Mariño también llevó sus tres vacas y dos terneros. “El día que salimos hubo transporte, ahora tuvimos que pagar para regresar. Pero estamos mejor”.
En cambio, los campesinos de Bilbao nunca sacaron los animales. “Para que el ganado sufriera en otro lugar, mejor decidí que se quedara en Bilbao”, dice Carlos Chávez, un agricultor de este poblado de Chimborazo.
La parroquia está en las faldas del volcán y es una de las zonas de alto riesgo. Allí, Carlos cuida 13 vacas y terneros.
El hombre prefirió quedarse en el pueblo. “El ganado está bien. Hay alimento suficiente y ha caído poca ceniza en estas dos semanas”. El campesino va a trabajar todos los días en sus cultivos de tomate de árbol y maíz.
Él vive en una casa que el Ministerio de la Vivienda edificó en la ciudadela La Paz, en Pelileo.
Según el Ministerio de Agricultura de Tungurahua, en el momento hay 220 reses en Bilbao. Solo 130 cabezas de ganado de Cusúa, Chacauco y Bilbao fueron movilizadas a Cotaló.
Carlos dice que la única vía que conecta a Bilbao es la de Cotaló. En cambio, la vía que une a Bilbao con Baños y Penipe está cerrada, por la erupción de 1999.
Jorge Aguilar, otro vecino de Bilbao, se negó a sacar las 10 vacas. “Es difícil traer a las reses, mejor que se quedaron. La actividad de la ‘mama’ Tungurahua bajó y no hay peligro”.