Una imagen de un trabajador de la empresa Furukawa el pasado 19 de febrero del 2019. Foto:Cortesía / Defensoría del Pueblo
El juez Carlos David Vera Cedeño, de la Unidad Judicial contra la Violencia de la Mujer, de Santo Domingo, inadmitió la acción de protección presentada por el Comité de Solidaridad Furukawa Nunca Más.
En un comunicado emitido este jueves 26 de diciembre del 2019, el Comité de Solidaridad Furukawa Nunca Más escribe citas texuales de la decisión del juez Vera que conoció la acción de protección presentada el pasado 12 de diciembre del 2019 en el Complejo Judicial de la capital de Santo Domingo de los Tsáchilas. El juez manifiesta que “se encuentra vedado de conocer acciones jurisdiccionales fuera de la competencia que en razón de territorio la Ley le otorga, es decir, fuera del lugar donde se origina el acto u omisión o donde se producen los efectos…escapa a la competencia que en razón de territorio posee este Juzgador, puesto que éste pertenece a la provincia de Los Ríos, siendo este el lugar donde los accionantes desarrollan su trabajo sería también el lugar donde se originan presumiblemente los actos violatorios de derechos constitucionales, y por cuanto habitan en este mismo lugar es allí donde se producen sus efectos”
La Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU), patrocinadora legitimada por las víctimas e integrante del Comité de Solidaridad Furukawa Nunca Más, apeló la decisión del juez Carlos David Vera Cedeño. En el comunicado indican que en la jurisdicción de Santo Domingo, durante casi 57 años, se han “tomado todas las decisiones que han originado la situación de servidumbre de la gleba que ha existido en los campamentos ubicados en las tres provincias donde se ubican sus haciendas: Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos y Esmeraldas”.
En el mismo comunicado, informan que durante la última semana, los trabajadores del de la hacienda Vilma C, ubicado en el kilómetro 33 de la vía a Quevedo, en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, denunciaron la demolición de otro campamento en el que continuaban habitando en sus tierras, cosechando y produciendo fibra de abacá para la empresa Furukawa.