Las fiestas andinas de Tungurahua necesitan más difusión

En el parque provincial de La Familia. En este escenario se realizaron los rituales del Inti Raymi. Foto: Glenda Giacometti

En el parque provincial de La Familia. En este escenario se realizaron los rituales del Inti Raymi. Foto: Glenda Giacometti

A pesar de que en Tungurahua la mayoría de indígenas profesa el catolicismo, sus prácticas rituales y sus fiestas ancestrales no se han revitalizado.

Los líderes del Movimiento Indígena de Tungurahua (MIT), la Asociación de Indígenas Evangélicos de Tungurahua (AIET) y del
Movimiento Indígena de Tungurahua con sede en Atocha (MITA) no tienen un proyecto a corto plazo para impulsar las manifestaciones de su cosmovisión andina.

Es por eso que en esta provincia el Colla Raymi (fiesta de la Luna), Capac Raymi (fecundidad de la tierra), Pawkar Raymi (florecimiento) e Inti Raymi (fiesta del Sol y la cosecha) pasan inadvertidas para la sociedad mestiza.

“Tras la conquista española se sobrepusieron los templos católicos, sus fiestas y los obrajes en los sitios sagrados de nuestros antepasados. Para recuperar esos espacios y la ritualidad se necesita un trabajo conjunto con los movimientos indígenas, ministerios afines y la educación bilingüe. Esta labor, si es continua, rendirá frutos en 10 ó 15 años”, explica Alberto Guapisaca, profesor de cosmovisión andina.

La influencia de la religión, añade Guapisaca, ha producido un sincretismo (unión de rasgos de culturas diferentes) que se evidencia en el calendario religioso católico, que coincide con las celebraciones de nuestros ancestros.

“En las escuelas bilingües  trabajamos en la revalorización de nuestras creencias. Eso se denomina Pachakutik o transformación”, dice Guapisaca.

La semana anterior se desarrolló en la comuna Ambayata, en Quisapincha, a 20 minutos de Ambato, una escenificación del Inti Raymi para que los estudiantes valoraran esta tradición.

Un esfuerzo igual se  hizo en el parque de la Familia, vía a la parroquia Quisapincha. Participaron yachacs del país y en junio próximo se organizará un acto similar.

“Con esto intentamos retomar nuestra ritualidad al agradecer por los frutos a la Pacha Mama”, comentó el gobernador del pueblo Quisapincha, Manuel Pérez.

Sobre el mismo tema, Manuel Ainaguano, presidente del MIT,  cree que debe haber más apoyo de los municipios. “Nuestra organización no impulsó las fiestas sagradas en años pasados, pero ahora queremos retomar esas prácticas”.

Según el INEC, el 12,4% de un total de 504 583 habitantes de Tungurahua se autodefine como indígena y vive en 210 comunas.

Punto de vista

Pedro Reinom Historiador e investigador

‘Indígenas están sometidos a un proceso de aculturación’

La revitalización de las festividades ancestrales debe darse desde un conocimiento etnohistórico.

Esto porque el sector indígena está sometido a un proceso de aculturación por causa de la migración y el trabajo en las ciudades.

Frente a esto, los movimientos indígenas deben volver a reconocerse e investigar sus raíces culturales para reforzar su identidad. 

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