Los tsáchilas ya no quieren que su fiesta principal, el Kasama, sea una celebración local. Esperan que a mediano plazo tenga la trascendencia de la Mama Negra (Latacunga) o la Fiesta de la Fruta y de las Flores (Ambato).
Para lograrlo, dice Miguel Aguavil, uno de los líderes tsáchilas, se busca la colaboración de gremios y autoridades. “Para que nuestro proyecto funcione necesitamos que la provincia se sume. Esperamos tener el apoyo para poco a poco consolidar esta fiesta”.
El Kasama es la única fiesta que este grupo festeja oficialmente. Es el equivalente al Año Nuevo mestizo, aunque con otro componente. Es un momento sagrado para agradecer a la naturaleza por lo que provee (peces, frutas, plantas medicinales).
Cada año se celebra el Sábado de Gloria (19 de abril), con un ritual previo que se hace desde el viernes. Entonces los tsáchilas preparan sus vestimentas y se pintan el cuerpo y la cabeza con achiote. Es su forma de recibir el año.
El Kasama empieza con un baño de purificación, que está previsto para el 19 de abril de 03:00 a 04:00. Franklin Loche, de la comisión que organiza la fiesta, dice que se hace a esa hora porque es cuando el agua está en su mejor estado para llevarse las energías negativas. La ceremonia se hará en la comunidad Colorados del Búa, a 25 minutos de la capital de Santo Domingo. Durante el día habrá exposiciones de artesanías, comida típica, baños de purificación y actos culturales.
Aguavil dice que desconocían que el Kasama coincidía con la Semana Santa católica. La fecha fue escogida por sus antepasados, porque era cuando las plantas florecían.