Familias desalojadas de la Trinitaria volvieron a los terrenos invadidos

Las familias desalojadas retornaron la tarde del miércoles 22 de abril del 2015. Gabriel Proaño/EL COMERCIO.

Las familias desalojadas retornaron la tarde del miércoles 22 de abril del 2015. Gabriel Proaño/EL COMERCIO.

Las familias desalojadas retornaron la tarde del miércoles 22 de abril del 2015. Gabriel Proaño/EL COMERCIO.

Sobre los escombros que empezaron a cubrirse de maleza volvieron a levantar su hogar temporal con estacas y sacos de yute. Son las familias que el pasado 27 de marzo del 2015 fueron desalojadas del sector de Mélida Toral, en la isla Trinitaria, en el sur de Guayaquil, en la Costa ecuatoriana.

Retornaron después de que fueron sacadas de un terreno identificado como reserva protegida en una zona de manglar del estero Salado. Ese desalojo ejecutado en medio de un amplio despligue policial fue cuestionado por organismos de Derechos Humanos, pero justificado por el Gobierno por tratarse de una ocupación ilegal dentro de la Reserva de Producción Faunística Manglares el Salado.

Las familias desalojadas retornaron la tarde del miércoles 22 de abril del 2015. Aproximadamente a las 17:00 de ese día empezaron a hincar palos en el terreno, en donde la maquinaria tumbó sus casas, para ubicar plásticos y sacos de yute a modo de paredes.

La mañana de jueves 23 de abril, un grupo de niños descalzos se refrescaba en las aguas del estero, aprovechando la marea alta. Aproximadamente a las 10:00, dos funcionarios del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) arribaron al sitio para, según dijeron, dialogar con las familias. En menos de un minuto, el infructuoso diálogo se convirtió en un intercambio de acusaciones.

Los desalojados acusaron a los funcionarios de mentirles, al asegurarles que tendrían una vivienda "lo más pronto posible".

Rosa N., una de las desalojadas se quejó del supuesto incumplimiento de la oferta. "Nos asignaron un terreno y ahora resulta que ya tiene dueño. Ahora nos dicen que las casas recién estarán en mayo y solo para los que paguen la entrada de la casa."

Jorge Morales, del proyecto Guayaquil Ecológico del Miduvi, les respondió que no debían seguir ocupando el predio invadido, porque es una zona protegida.

En ese sector la Gobierno prevé levantar un área recreativa, para evitar más asentamientos y precautelar el manglar.

Según Alvarado, para acceder a las viviendas, las familias desalojadas deben abrir una cuenta bancaria y ahorrar USD 480, el 10% del costo de la vivienda del tipo hogar de Cristo que ofrece el Gobierno.

Los terrenos, entre tanto, tendrán un costo de USD 0,80 el metro cuadrado. Son lotes de 8 por 15 metros, en el sector de Monte Sinaí, al noroeste de la urbe.

A Rosa esa oferta no la convenció. "Ese es el precio solo del hueco (el terreno), pero el metro cuadrado de relleno cuesta USD 8. ¿Y los servicios básicos? ¿De dónde sacaremos la plata para todo eso?".

Alvarado les dijo que estaba desinformados, que el Gobierno se encargará de proveerles de los servicios, pero que la casa la deben pagar ellos.

Los desalojados replicaron, casi en coro: "No vamos a salir de aquí hasta que no tengamos la plata para pagar por los terrenos". Para entonces, un patrullero y dos motorizados de la Policía del sector ya custodiaban el sitio.

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