Sus líneas en el periodismo estuvieron marcadas por su calidez y humanidad. La sutileza al describir los detalles y la sensibilidad en su trabajo han impregnado páginas enteras a lo largo de su trayectoria profesional.
Una libreta de apuntes y una grabadora fueron las herramientas que acompañaron a Aracely Ibeth Paladines Mejía en su carrera en la prensa escrita nacional. Su pluma hizo pausa repentina este miércoles 11 de agosto de 2021 en Guayaquil, tras su lamentable fallecimiento a los 48 años de edad, a causa de una infección bacteriana. Su espíritu alegre, su voz de aliento y ejemplo de perseverancia quedarán grabados entre quienes la conocieron.
Diario La Razón le abrió las puertas en el periodismo; por un año y medio laboró en este rotativo. Luego entregó 11 años de conmovedoras historias, reveladores reportajes y coloridas crónicas en Diario El Comercio. Se especializó en temas sociales, en las áreas de salud, educación y medio ambiente. Además, colaboró en las secciones Política y Negocios, también en la Revista Líderes.
Posteriormente, laboró en el equipo de prensa del movimiento Creo durante siete años y fue parte del equipo de comunicación del presidente Guillermo Lasso, en sus primeras campañas electorales. Este miércoles, la organización política extendió una sentida nota de pesar. “Nos solidarizamos con el dolor de sus seres queridos”, es la frase que destaca en una esquela de tonos negro y blanco.
Poco después incursionó en el periodismo de marca y en la consultoría en comunicación política y redes sociales a través de la agencia Granidea, donde fue editora integral. “Una de nuestras queridas compañeras desde los inicios, Aracely Paladines, ha fallecido y su partida nos ha llenado de dolor. Una persona transparente. Una profesional eficiente. Una amiga incondicional”, publicó la consultora en una sensible nota de pesar.
En sus 25 años de trayectoria fue además catedrática, tallerista y cursó una maestría en Marketing. Su pasión por la enseñanza se forjó en la sala de redacción, donde con empatía y amabilidad brindó su apoyo al equipo periodístico. Siempre estuvo presta a dar su guía con generosidad a los periodistas en formación.
Amigos y familiares han plasmado conmovedores mensajes en las redes sociales. “Hoy deja el mundo terrenal para escribir desde otra dimensión, como era su pasión. Sin duda alguna su fallecimiento es una gran pérdida para el periodismo, deja un enorme vacío en el ámbito profesional, pero sobre todo entre sus amigos y familiares”, escribió un grupo de excolegas de Diario El Comercio, regional Guayaquil.
Otros allegados han dejado sentidas líneas en las redes sociales para rememorar anécdotas con Arita, como era llamada cariñosamente. Los consejos a la hora del café, la gratitud por el conocimiento entregado, las palabras de aliento en medio de la dura jornada periodística, la risa alentadora para recargar energías al final de un día agotador.
“Vuela alto. Sé que serás esa luz para todos los que te queríamos”. “Son tantos los recuerdos de momentos compartidos desde una redacción, pero mucho más en la vida diaria. Me queda siempre esa sonrisa y esa actitud con la que enfrentabas los momentos difíciles”. “Nos enseñaba con una paciencia que solo ella tenía; nos aconsejaba cómo trabajar mejor y nos enseñaba también el valor del café de la tarde, al final del cierre”.
Las palabras de consuelo y solidaridad para su esposo Galo Guerra y su hijo Gabriel resuenan en la sala Oratorio 4 del camposanto Jardines de Esperanza, donde se realiza el velatorio. El espacio ha sido copado por flores blancas para despedirla. Su sepelio será el jueves 12 de agosto, a las 16:00. Diario El Comercio lamenta su partida y expresa sentidas condolencias a su familia.