Eduardo Miranda, 37 años, tiene quemaduras en el 80 % de su cuerpo y su primo Diego Rojas, de 22, en el 50 %. Fueron los más afectados por la explosión de ayer, a las 04:53, en su vivienda en las calles Portoviejo y Montecristi, en la parroquia Pascuales (Guayaquil).
Incluso, presentan quemaduras internas en sus vías respiratorias. Mónica Altamirano, coordinadora del área de Emergencia del Hospital Luis Vernaza, cree que “podrían no sobrevivir”.
Los otros dos heridos son Pedro Córdova, de 27 años, y María Quiñónez, de 23. A ellos les cayó una pared. Sin embargo, su pronóstico es estable. Los dos son guardianes de la cancha sintética del futbolista Fricson George, ubicada junto al sitio donde ocurrió la tragedia.
Las autoridades presumen que el incidente se originó por una fuga de gas. En la planta baja del inmueble funcionaba una bodega de venta de cilindros de gas.
“No hubo explosión de un cilindro. La hipótesis es que el gas se acumuló en la habitación y con una chispa, como por ejemplo originada por el encendido de un interruptor de luz, se produjo la explosión”, afirmó Ricardo Jairala, jefe de la sexta brigada del Cuerpo de Bomberos.
Ana Morán, propietaria de la vivienda, sospecha de un atentado. Cree que desconocidos habrían lanzado un artefacto explosivo desde un vehículo.
Fragmentos de una pared se desplomaron sobre dos vehículos que resultaron afectados. La estructura se arqueó completamente. Pedazos de cemento y vidrio cayeron en los alrededores.
La onda expansiva fue de 150 m a la redonda. 25 casas y la Compañía Patria del Cuerpo de Bomberos sufrieron daños.
El techo de zinc y las ventanas de la vivienda de Esperanza Poveda, ubicada enfrente, se rompieron. “Pensé que era un terremoto. Caían piedras, tuvimos que salir por la puerta de atrás ”.
La Policía cerró un tramo de la calle Portoviejo para evitar un incidente mayor. Del interior de la bodega se sacaron 110 cilindros de gas vacíos y 12 llenos.
Al lugar llegó el Cuerpo de Bomberos y el Grupo de Intervención y Rescate (GIR). La Fiscalía presume que el local no cumplía las condiciones necesarias para almacenar gas. Francisco Bodero, fiscal de Delitos Energéticos, dijo que investigarán si allí se hacía trasvase del gas.