Los japoneses y especialistas en riesgo visitaron el barrio Nueva Esperanza Norte. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
Cinco especialistas japoneses y un equipo técnico del Municipio de Esmeraldas recorren 20 sectores de la ribera del río Esmeraldas, para medir el posible impacto de un tsunami sobre 40 000 habitantes, aproximadamente.
En los barrios cercanos al estuario: Santa Martha, El Palmar, Roberto Luis Cervantes y San Cruz, los técnicos hacen mediciones para saber hasta dónde puede llegar el agua de un tsunami y conversan con los habitantes.
Estas actividades se iniciaron en mayo y son parte del proyecto de ciudades seguras y resilientes contra desastres por terremotos y tsunami, que ejecuta la Agencia de Cooperación Japonesa Internacional (JICA) en convenio con el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias.
Esmeradas es la segunda ciudad piloto de la provincia en este programa, después de Atacames.
Las visitas también se realizaron a las 13 zonas de seguridad, a las rutas de evacuación y al sistema de alerta temprana que funciona en el sector de El Panecillo, en la parte alta de la urbe esmeraldeña.
Con esa información se elaborará una agenda de reducción de riesgos para el cantón Esmeraldas; debe estar lista en agosto del 2020, para implementarse.
El 40% de la población de Esmeraldas es sensible a inundaciones y el 35% a deslizamientos, según el mapa de riesgos del Municipio; por eso los especialistas constatan en qué condiciones viven quienes están cerca del mar, del río y de las laderas.
Satoru Tsukamoto, jefe asesor de expertos de JICA en el proyecto, participa en la elaboración de la agenda. El experto explica que han identificado las zonas de alto impacto por tsunamis -como la isla Luis Vargas Torres- y los edificios que podrían servir para una evacuación -como el de Flopec, en Las Palmas-.
El presidente de las organizaciones barriales de la ribera del Esmeraldas, Elías Yánez, explica que han acompañado en los recorridos, pero se necesita que exista un mayor compromiso de los habitantes para participar en simulacros.
Tras el terremoto de abril del 2016, según informe del Municipio, 118 edificaciones fueron destruidas y 248 afectadas en su infraestructura, según evaluaciones de los ministerios de Desarrollo Urbano y Viviendas (Miduvi) y Obras Públicas (MTOP).
Históricamente, Esmeraldas ha sido afectada por terremotos. En enero de 1958, un sismo de 7.7 grados destruyó el 30% del cantón; murieron 11 personas y 45 fueron afectadas. El sismo originó un tsunami y provocó el hundimiento de una embarcación.
El coordinador de Gestión de Riesgos del Municipio, Betto Estupiñán, explica que él y tres técnicos más son capacitados por los cinco expertos japoneses, para la elaboración de tres productos o planes para el cantón.
Ellos deberán realizar la agenda de reducción de riesgos, un plan de evacuación ante sismos y tsunamis para el cantón Esmeraldas; y fortalecer los procedimientos para emitir los permisos de habitabilidad y de construcciones.
Con ese plan, según Estupiñán, Esmeraldas tendrá una nueva ordenanza que regule las construcciones, no solo para la aprobación de planos, sino también para inspeccionar y emitir informes y permisos de habitabilidad, tanto para el constructor como para el dueño de la propiedad.
Se prevé que la agenda esté lista en enero del próximo año para entregarla a las unidades educativas, mientras que el plan de evacuación estaría disponible en agosto del 2020.
La alcaldesa de Esmeraldas, Lucía Sosa, señaló que la agenda será insertada en el plan de desarrollo y ordenamiento territorial del Gobierno local, para que tenga un enfoque en riesgo y resiliencia.