Esmeraldas sigue como cantera del fútbol

Los gritos del director técnico Oreste Mejía alertaban a los 22 pequeños que disputaban un partido de fútbol. Desde el borde del campo de juego, el entrenador de 68 años, eufórico, corregía el esquema que planteó para el encuentro.

En Esmeraldas, se calcula que alrededor de 600 niños se entrenan por las tardes en las más de 10 escuelas de fútbol que funciona en la ciudad. La mayoría de pequeños tiene el anhelo de ser futbolista profesional y llegar a formar parte de los equipos que tienen mayor hinchada en el país.

Uno de ellos es Juan Carlos García, de 11 años. Es uno de los mejores prospectos con que cuenta el entrenador Mejía, en la escuela de fútbol La Cascarita, ubicada en la vía al Puerto Pesquero Artesanal, norte de la urbe.

García tiene una habilidad especial con la pelota y lleva entrenando apenas tres meses. Mejía piensa que por sus cualidades técnicas su pupilo puede convertirse a futuro en una de las figuras del fútbol ecuatoriano.

Para llegar a los entrenamientos, García sale a las 13:30 desde su natal Taigüe, situada a una hora de la ciudad, en la vía Esmeraldas-Quinindé. Ese recorrido lo realiza en bus interprovincial,

“Procuro hacer un esfuerzo, dejó adelantando las tareas para estar antes de la 15:00, hora que empiezan los entrenamientos”, dice el pequeño jugador. García estudia en el séptimo año de Educación Básica, en la escuela Teniente Galo Molina, en Taigüe.

Él asegura que si no llega a cumplir la meta de ser futbolista, le gustaría ser profesor de escuela porque le gusta enseñar. Eso, al menos, lo demuestra en la cancha cuando organiza al equipo al jugar como mediocampista.

Armando Hurtado, de 11 años, es compañero de García. Los dos arietes hacen la dupla perfecta. Hurtado se entrena desde los 5 años y ha pasado por las escuelas de fútbol de El Nacional, Esmeraldas y La Cascarita.

Estudia en la escuela Nuevo Ecuador por la mañana y en las tardes acude a los entrenamientos. “Mis tíos me motivaron y ahora espero estar en uno de los equipos grandes del país”, dice Hurtado. Él es un delantero con gol.

El profesor Oreste Mejía señala que de los 38 niños que tiene entrenando, tres cuentan con buen perfil. Por ello les dará oportunidad para que vayan a otros equipos a pulir su estilo de juego.

Mejía dice que es necesario trabajar con los niños desde los 6 hasta los 16 años de edad. “Necesitamos desarrollar sus cualidades, hay niños talentosos con el balón”, comenta.

Una buena parte de los jugadores que están en el fútbol grande del Ecuador salieron de los barrios esmeraldeños. Walter Ayoví, Isaac Mina y Frickson Erazo son tres de los referentes.

Fernando Maldonado, entrenador de fútbol, asegura que llevará a siete de sus figuras a equipos como Barcelona, Emelec y El Nacional. Él pasó por esos clubes cuando fue jugador profesional.

Después de estar fuera de la actividad deportiva, Maldonado conformó su escuela de fútbol para, según dice, enseñar lo que aprendió en su paso por las canchas. Sus alumnos cuentan que es muy estricto en la enseñanza.

“Hay niños talentosos, pero faltan las áreas deportivas para desarrollar su potencial”, asegura. Maldonado entrena por la tarde a los niños que asisten a su escuela en la playa de Las Palmas, por no tener una cancha de fútbol.

El ex portero de la Selección de Fútbol del Ecuador empezó sus prácticas en la cancha de Petroecuador, pero en el 2011 le pidieron que devuelva y acudió a la playa. El ex técnico del Esmeraldas Petrolero y Macará de Ambato confía en las figuras que entrena.

Sin embargo, las limitantes no han sido obstáculos para Juan Carlos García y Armando Hurtado, quienes están firmes en su objetivo. Ellos quieren ser buenos futbolistas y salir adelante.

Falta de escenarios

Al menos en la mitad de las escuelas deportivas los niños no cuentan con un balón personal para entrenarse. Los alumnos se turnan cuando se trata de hacer dominio de pelota. La falta de infraestructura es una limitante.

En la ciudad de Esmeraldas funcionan las escuelas del El Nacional, Barcelona, Rocafuerte, Independiente, La Cascarita y La Canchita. Sin embargo, ninguna cuenta con un sitio implementado para la actividad física, médicos y nutricionistas.

Varios niños que se entrenan en la escuela de la Federación Deportiva tienen dificultades para transportarse por falta de dinero. No reciben refrigerio ni otro tipo de ayuda alimenticia.

Esmeraldas carece de escenarios adecuados para la práctica del fútbol. Los pocos que hay están en mal estado. El Ministro del Deporte, en diciembre pasado, ofreció intervenir los estadios y canchas de la localidad.

Suplementos digitales