Sobrevuelo por zonas afectadas por el terremoto de Manabi. En la foto, el cantón de Pedernales. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Los habitantes de las comunidades rurales de Manabí, afectados por el terremoto del 16 de abril del 2016, y que vivían del turismo y la agricultura serán parte de una nueva campaña que busca juntar los recursos necesarios para que retomen sus actividades y mejoren su situación.
A ese propósito se unió el Programa de Pequeñas Donaciones de las Naciones Unidas (PNUD) y la Fundación Crisfe a través de plataformas virtuales que receptarán donaciones de diferentes valores, a favor de estas localidades. En total son siete proyectos de siete comunidades distintas que podrán recibir fondos para recuperar sus fuentes de ingreso.
La ayuda, que se puede enviar desde cualquier país del mundo, puede ser desde USD 1 hasta más de 150 a través del portal web , que es parte de las Naciones Unides.
“La plataforma lo que busca es recaudar recursos para poder reactivar estos emprendimientos productivos” dice Anamaría Varea, coordinadora nacional del Programa de Pequeñas Donaciones. “Han pasado 100 días pero todavía falta casi todo por hacer”, agregó Varea.
La recaudación arrancó desde hoy, 21 de julio del 2016, y se mantendrá vigente en la web hasta poder recolectar la ayuda necesaria para cada iniciativa. Para completar ese proceso, Crisfé se encargará de la capacitación a los emprendedores y la gente de la comunidad que se involucre en cada tarea. En esa labor y en un aporte que también entregará esta entidad, se espera invertir cerca de USD 100 000. Así lo aseguró, Julián Galvis, jefe de proyectos de esta institución.
La ayuda se puede asignar a cualquiera de los siguientes proyectos:
– Apicultura (producción artesanal de miel de abeja)en la Asociación 25 de julio, en las parroquias Membirllal y Jipijapa
– Reactivación de la economía local para los Sistemas Integrales de Producción Agropecuaria Sostenibles, en las organizaciones campesinas de la parroquia de San Isidro
– Turismo comunitario en la Isla Corazón, a favor de las parroquias Leonidas Plaza y San Vicente
– Recuperación de la extracción de sal en las comunidad Las Gilces, en Crucita
– Recuperación y reconstrucción resiliente de la actividad turística en la comuna de San Roque, en Sucre
– Conservación del humedal de vida en la Segua, en el área rural de Chone y Tosagua (San Antonio)
– Recuperación de la Ruta Ancestral de los Caras, que ayudará a las comunidades vecinas de la Cordillera del Bálsamo en Bahía de Caráquez
El PPD se ha involucrado antes en la recuperación de otras comunidades del país, con las que ha desarrollado proyectos sustentables en territorios denominados biocorredores del Buen Vivir, que se caracterizan por tres componentes. Lo principal es la conectividad ecológica, luego están los paisajes sostenibles y luego la asociatividad.