En Portoviejo y Chone ya se instalaron los primeros pluviómetros, de 100 que estarán en esa provincia. Los 22 cantones de la provincia de Manabí tendrán estos equipos para registrar la cantidad de lluvias.
El uso de estos equipos es parte de un estudio estadístico para fortalecer la información meteorológica. El Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (Ciifen), la Red de Desarrollo Urbano Sostenible de Manabí y la Fundación Fundalgodón ejecutan este plan. En el contexto de las sequías e inundaciones que sufrieron algunas zonas del país por el cambio climático.
Desde mediados de agosto, los pluviómetros ya registran los niveles de lluvias, una vez que fueron colocados en sitios estratégicos. En la capital de Manabí hay 10 aparatos.
El Instituto Paulo Emilio Macías, que apoya esta iniciativa, dispone de cinco pluviómetros. Hay otros en el sitio Cuatro Esquinas, de Portoviejo. La medición no solo es manual y visual en cada recipiente cilíndrico. También se sube a una base de datos a través de una aplicación móvil que tiene el Ciifen. La información se reflejará en la página web de este centro.
Para Juan José Nieto, director del Ciifen, este trabajo, apoyado por voluntarios, permitirá tener información histórica y contribuirá a la toma de decisiones, como obras para prevenir el riesgo y elaborar normativas y actualizar la capacidad de pronósticos.
El beneficiado será el agro, que todos los años sufre por las variaciones climáticas. Las sequías han sido la segunda causa de las pérdidas en la superficie cultivada en la Costa entre 2000 y 2017.
El Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica hizo un estudio que difundió a finales del 2021, a propósito de la presentación del Plan Nacional de Sequía 2021-2030. El informe señala que el 22% de la tierra sembrada con maíz duro, arroz, café y cacao fue perjudicada por la falta de lluvias en el Litoral. Mientras que las plagas arrasaron con el 31% de la superficie.
Investigación para los campesinos
Los Ríos, Manabí y Guayas figuran como las principales en pérdida de tierras sembradas. En Manabí, por ejemplo, 30 de cada 100 hectáreas quedaron improductivas por la escasez de precipitaciones. Allí, la sequía fue el detonante en la crisis del sector agricultor, que aún padece por los daños en sus cultivos de ciclo corto.
Hasta inicios de septiembre de 2022, la falta de precipitaciones preocupa a los cultivadores. En la Costa existe una anomalía climática por la escasez de lluvias, en comparación con los años 1981 a 2010 (utilizados para las comparaciones).
Esto consta en el último informe (agosto a octubre de 2022) del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi). El período más crítico fue agosto, cuando se reportaron ausencias de precipitaciones por debajo de la normal, entre -25% y 0%.
Para septiembre se espera que lleguen a niveles normales. Mientras que en octubre se pronostican nuevamente indicadores por debajo de la normal y en ciertos períodos sería normal, de acuerdo con ese informe.
El último boletín de pronóstico del Inamhi señala que entre el 3 y 6 de septiembre la Costa registrará entre 10 y 50 milímetros de lluvias. Esos niveles son considerados normales para esa época, aunque también se estiman períodos secos en intervalos en estos días.
Para Guillermo Prado, experto en gestión de riesgos, estos factores están asociados al fenómeno de La Niña, que se extenderá hasta finales de este 2022, luego de alcanzar un pico histórico por su prolongación, desde septiembre de 2020.
Prado recordó que la ONU alertó que este fenómeno se extenderá hasta febrero de 2023, por lo que la toma de previsiones se debe hacer pronto para enfrentar la sequía ya presente.