Los cuencanos preparan los dulces de esta fiesta religiosa para la venta
Más de 35 variedades de dulces se ofrecen a los turistas en Cuenca, durante las fiesta del Corpus Christi. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO
Los comerciantes ofrecen hasta 35 variedades de dulces. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO
El colorido y las formas son las cualidades de estas golosinas tradicionales. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO
Algunos negocios prefieren preparar su producto con varios días de anticipación. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO
Las coloridas canastillas forman parte del dulce paisaje que seduce a los golosos visitantes. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO
Los dulces, los castillos y la pirotecnia y son los atractivos de esta fiesta religiosa del Austro. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO
La fiesta del Corpus Christi se desarrollará desde el 19 de junio del 2014 en Cuenca, la capital azuaya.
Esa tradición religiosa que comprende la adoración al cuerpo y sangre de Cristo dura siete días en esta ciudad, por lo que también se denomina Septenario.
Los castillos, la pirotecnia y los dulces son los principales atractivos de esta fiesta religiosa del Austro de Ecuador. Por ello, los comerciantes ya preparan las golosinas. Ellos se instalarán en 104 puestos que se ubicarán alrededor del céntrico parque Abdón Calderón.
Testimonios de los comerciantes de dulces
Los esposos Ruth Palacios y Luis Merchán se alistan para esta tradición. Desde esta semana preparan los dulces que tienen como ingrediente principal la harina de maíz.
Según Merchán, las arepas de maíz, rosada y de ajonjolí son los primeros que se elaboran porque toman tiempo. Este cuencano es el encargado de hornear los dulces bajo los consejos de su esposa. Luego prepararán las cocadas, que están entre los productos más demandados.
En total elaboran 35 variedades de dulces y preparan 800 de cada uno. Merchán dice que no hay horario para su elaboración, pero que suelen hacerlo hasta las 03:00 y luego continúan a las 06:00. “Es un oficio sacrificado”.
María Carchi, de 54 años, también se alista para la elaboración de estos dulces. Ella compró cocos y porciones de maní para empezar la preparación de diferentes golosinas.
Lo hizo con anticipación porque toma tiempo rayar el coco y no quiere que se acumule el trabajo para los últimos días.
El maní, en cambio, será pelado, cocinado y molido. Es el principal ingrediente de los huevos de faldiquera, que es uno de los más tradicionales. Según Carchi, los militares solían llevarlos en sus bolsillos cuando estaban de guardia en los destacamentos o cumplían otras actividades.
Otra especialidad de Carchi es el dulce de monjas. Lleva ese nombre por su color blanco que se relaciona con las religiosas. También prepara los tradicionales pañuelos, que son rellenos de dulces de guayaba y piña.
La cuencana Carmen Torres, de 85 años, es una de las comerciantes más antiguas que vende los dulces de Corpus. Ella trabaja junto con sus nietas e hijas. Su especialidad son los quesos y las hostias, que se basan en el manjar. “Es importante hacer grandes cantidades de manjar porque se usan en otros tipos como las frutas, biscochos, entre otros”.