En las noches por el Corpus Christi habrá festivales de danza y música folclórica y juegos pirotécnicos como la quema de castillos, vaca loca, entre otros eventos. Foto: Xavier Caivinigua para EL COMERCIO
En las inmediaciones del parque Abdón Calderón de Cuenca se instalaron desde este jueves 15 de junio de 2017 más de 100 puestos de venta de dulces de Corpus Christi. En esos espacios se comercializan hasta el 22 de junio de 2017 roscas, roscones, monjas, quesitos, kuskingas, suspiros, faldiqueras, pañuelos, figuras de frutas… Son más de 30 variedades elaboradas por experimentadas artesanas.
Adicionalmente, participan vendedoras manabitas, que fueron afectadas por el terremoto de abril de 2016. Ellas ofrecerán confitería típica de esa provincia.
En las noches habrá festivales de danza y música folclórica y juegos pirotécnicos como la quema de castillos, vaca loca…
El Corpus Christi es una tradición religiosa-cultural que se extiende por siete días en Cuenca, por eso también se la denomina Septenario. Las eucaristías, la venta de dulces, los castillos y las bandas de pueblo son los principales atractivos.
De acuerdo con datos históricos, la costumbre de elaborar los dulces empezó con las religiosas que vivían en los claustros de Cuenca.
Ellas entregaban las roscas, quesadillas, huevos de faldiqueras, relámpagos, monjas… a los fieles que llegaban a adorar la imagen del Santísimo.
ROSCAS
Foto: Xavier Caivinigua para EL COMERCIO
Son elaboradas con yemas, azúcar, manteca, harina… Están entre las variedades más demandadas y tradicionales.
MONJAS
Foto: Xavier Caivinigua para EL COMERCIO
Fueron bautizadas en honor a las religiosas. Son envueltos elaboradas con leche, harina de arroz, azúcar y vainilla. Los ingredientes se cocinan a punto de melcocha. Esa pasta se coloca en moldes y con ayuda de las manos se enrolla y se coloca una nuez en el centro. Al envolverse y por su coloración crema lo relacionan con una monja y su vestidura.
SUSPIROS
Foto: Xavier Caivinigua para EL COMERCIO
Son preparados con clara de huevo y azúcar. Se bate a punto de nieve y una vez que el merengue esté esponjoso se coloca porciones con los decoradores sobre una lata de horno a una temperatura baja y durante casi 30 minutos para que poco a poco sequen, tomen color y queden crujientes. Si se desea le agregan color.
OLLITAS
Foto: Xavier Caivinigua para EL COMERCIO
Se prepara una masa con harina, huevos, mantequilla, jugo de naranja y cáscara de naranja rallada y azúcar. Cuando está lista la masa se forman bolitas y con ayuda de una cuchara se hace un hueco y se lo rellena con mermelada. Tiene la forma de una olla.
HUEVOS DE FALDIQUERAS
Foto: Xavier Caivinigua para EL COMERCIO
Tomó ese nombre por ser redondo. Era llevado por los hombres en los bolsillos en sus jornadas de trabajo consumirlo, elevar su energía y por el frío. Tiene maní y azúcar, que se cocinan en su punto.
PAÑUELO
Foto: Xavier Caivinigua para EL COMERCIO
Está relleno de mermelada, manjar o cortado de guayaba. Tiene forma de triángulo y en su interior. Una vez elaborada la masa suave se la extiende con un rodillo, se corta en cuadros y se unen las dos puntas para quedar como un pañuelo. Sus ingredientes son huevo, mantequilla y guayaba.
PUCAÑAHUI
Foto: Xavier Caivinigua para EL COMERCIO
En quichua significa carita rosada. Son las arepas de maíz que en su parte superior toman una tonalidad rosa. Se las llamó así porque asemejaban a las mejillas rosadas de las cholas cuencanas. Para su elaboración se forma una con huevos, harina de maíz, mantequilla y trago de punta. Se amasa bien para conseguir que se esponje antes de ingresar al horno.
KUSKINGA
Foto: Xavier Caivinigua para EL COMERCIO
Palabra kichwa que significa amarillo o dorado. Se le denominó así porque cuando este bocadillo estaba listo en el horno obtenía esa coloración especial y los antepasados solían decir “ya está kuskinga”. Se elabora con leche, huevo, harina y manteca.