Los gritos y las discusiones eran frecuentes en su hogar. Leslie R., de 10 años, recuerda que desde hace dos años sus padres se enfrentaban por cualquier motivo. “Si la sopa era de pollo se enojaban y se gritaban, pero si era de queso también. Hasta que mi papá decidió irse”.
Los sonidos de los gritos fueron reemplazados por el llanto de su madre. “Me sentía culpable por lo que pasó, porque cada noche le pedía a Diosito que se acabaran las peleas. Pero nunca imaginé que por mi deseo mi papito nos dejara solitas”, contó Leslie R.
La orientadora familiar Martha Vélez aseguró que cuando los padres se divorcian es fundamental que los niños conozcan sobre la decisión, pero no que se los involucre como actores.
“No se les puede ocultar del todo el problema, porque ellos perciben que algo no marcha bien. Por eso, aunque los padres no tengan una buena relación, deben acordar una forma para explicarle a sus hijos lo que sucede, pero deslindándoles a los niños las responsabilidades sobre la separación”.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) registró que 4 523 parejas se divorciaron en Santo Domingo, en el 2010.
Ana Tipán, comisaria de la Mujer y la Familia, señala que la cifra real es mayor, pero que no se registra porque hay parejas que viven en unión libre (95 732).
Para Leslie R. fue difícil aceptar que sus padres no volverían a estar juntos. Ella recuerda que le daba vergüenza contarle a sus amigas sobre el divorcio de sus padres, y por ello se alejó.
Los profesores alertaron a su madre, Rosa Z., del comportamiento de la menor. Ella tuvo que asistir a terapia familiar. “Fue difícil. Me sentía culpable, porque muchas veces descargué mi ira con ella y le hablaba mal de su papá y ella no quería verlo. Ahora me arrepiento”, señaló Rosa Z.
Según Jaime Vizuete, director de la Unidad Educativa Ciudad de Caracas, el rol del maestro es fundamental para el niño que atraviesa problemas, porque puede ser un aliado y ayudarlo en momentos de tristeza.
“El papel del maestro debe cambiar. La educación ahora ya no es teórica únicamente, sino que se combina con valores como el amor y respeto a los padres y sus decisiones como adultos”.
Luego del divorcio, Leslie empezó a frecuentar a su padre en su nueva casa. Solo iba por tres horas hasta que la relación mejoró y las visitas duraban un fin de semana.
Según el artículo 69 de la Constitución de la República, el padre y la madre estarán obligados al cuidado, crianza, educación, desarrollo integral… en especial cuando se encuentren separados de sus hijos por cualquier motivo.
Sin embargo, este no es el caso de Jurley B., de 10 años. Su padres se divorciaron cuando tenía dos años. Él vive en otra ciudad, y el contacto es telefónico y las visitas son esporádicas. Su madre se volvió a casar y su padrastro ha hecho las veces de padre. “A veces me gustaría que estuviera más pendiente de mí. Que me revisara los deberes o que me retirara de la escuela”.
Jurley B., asegura que extrañó a su padre en la celebración por el Día del Niño, que se hizo el viernes anterior en su escuela.
Leslie R., en cambio, tiene previsto celebrar hoy junto a su padre. “Vamos a ir al museo de Guayllabamba, porque no lo conozco. Me gustaría que mi mami viniera”.
Según el INEC, en Santo Domingo hay 82 820 niños. Para ellos, desde el jueves, se organizaron eventos que conmemoren su día. El Consejo Cantonal de la Niñez y la Adolescencia organizará, del 2 al 28 de junio, conferencias sobre los derechos de los niños.
Los pasos para retomar la comunicación entre padres e hijos
Reserve tiempo para compartir momentos especiales con sus hijos como bautizos, graduaciones, etc. Los hijos se sentirán importantes en la vida de los padres.
No hable de dinero con sus hijos. Los asuntos económicos deben coordinarse entre adultos. Evite que los niños sean voceros de las necesidades del hogar o intermediarios.
No compensar la ausencia con regalos o incentivos económicos. Los padres deben conversar antes de comprar obsequios para analizar las necesidades del menor.
No alterar el horario de visitas. Si se acordó un día específico para verse, debe cumplirse. Cambiar el horario puede malinterpretarse como falta de interés.
Por ningún motivo le hable mal al niño de su progenitor. Los padres deben mantener una actitud armónica y cordial frente a los niños para evitar confrontaciones.
Los padres deben incentivar a los hijos para que sean respetuosos y cariñosos con sus progenitores. Deben recordarles las fechas especiales como Día del Padre o la Madre