Redacción Esmeraldas
Esmeraldas estará aislada por 72 horas. Un derrumbe producido hoy dejó desconectada a la provincia con el resto del país. Fue a la altura del kilómetro 29 de la vía Esmeraldas-Quinindé, del recinto Achiote.
Juan Espinoza de la compañía Herdoiza Crespo, dijo que la vía estará cerrada, por los menos, 72 horas. La firma está a cargo de los trabajos en la arteria. Pero ese plazo dependerá de que la tierra no siga bajando. A loma que se vino abajo tiene unos 600 metros de altura.
Espinoza explicó que en la parte alta del cerro se creó una laguna. Con la acumulación de agua la tierra cedió y bajó de manera violenta. La vía está al filo del estero Chucaple, que está desbordado por las continuas lluvias.
Ayer, maquinaria de esa compañía fue movilizada al lugar para empezar con los trabajos de arreglo de la vía desde hoy. El gobernador de la provincia de Esmeraldas, Lenin Lara, dijo que se enviarán el equipo suficiente para que la vía esté habilitada cuanto antes.
Las personas que viajaban ayer desde Quinindé a Esmeraldas debieron hacer trasbordo. Dueños de tricimotos ayudaron cargando a los
pajareros para llevarlos hasta Viche y Quinindé. Cobraron USD 1.
Sonia Zambrano fue una de las personas que se arriesgó a cruzar de un extremo a otro a pie. “Nunca he visto algo parecido. La tierra suena como si por debajo corriera un río de agua”, dijo un
tanto asustada.
Por el sitio pasaban mujeres con niños en brazos y pequeños campesinos con su producción al hombro. Personal del Cuerpo de Bomberos de Quinindé trasladaron en camilla a una persona que era llevada desde Quinindé a Esmeraldas.
Ayer, en la parroquia San Mateo, a las 16:00, la Policía Nacional cerró el paso para las personas que viajaban de Esmeraldas a
Quinindé y viceversa.
Gran parte del tráfico vehicular fue desviado por la vía Pedernales, y se alertó a los conductores que viajaban de Quito a Esmeraldas, que lo hagan por la vía Ibarra-San Lorenzo.
El alcalde de Quinindé, Manuel Casanova, que estuvo en el lugar, lamentó lo acontecido y se movilizó con personal del Cuerpo de Bomberos de Quinindé para evaluar los daños.
Cerca de ahí, la sala situacional de Quinindé reportó la afectación de 2 000 hectáreas de cultivos por del desbordamiento del río Chucaple.
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