El volumen de tierra que llegó al río Paute, en la cola del embalse de Mazar, no está determinado. Ahora, las autoridades de Azuay buscan una solución al deslizamiento en el sector Corazón de Jesús, a 1 kilómetro del centro de Guachapala.
En ese sector, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, contratista del asfaltado de la vía Chicti-Sevilla de Oro, en Azuay, utilizó 3 hectáreas como escombrera. Las lluvias constantes son una de las causas del deslizamiento, que empezó el mes pasado.
Según el propietario del predio, Florencio Jervis, hace tres años las autoridades del Cuerpo de Ingenieros solicitaron una parcela de su terreno para botar los escombros. “Pero con el tiempo se tomaron más espacio”.
Su terreno es el más afectado con grietas y desprendimiento de material. “He perdido 1 500 plantas de eucalipto y seis de aguacate. Nadie me da una solución”. Su vecino, José León, dijo que una parte de su propiedad está cubierta por el material.
La semana anterior hubo una reunión entre técnicos de la Secretaría de Gestión de Riesgos, Cuerpo de Ingenieros, Ministerio de Transporte, Municipio de Guachapala y Consejo Provincial del Azuay para analizar el tema.
Allí se acordó avanzar en los trabajos para estabilizar la zona afectada. Esa labor ya la cumple el Cuerpo de Ingenieros desde que se registró el deslizamiento, que aún está activo, dijo Hugo Díaz, del Cuerpo de Ingenieros.
Esta tarea y el monitoreo permanente lo harán durante los dos años que fija el convenio para el mantenimiento de la carretera.
Según Díaz, el problema está controlado y la descarga de material al río Paute no fue importante. Pero el alcalde, Raúl Delgado, señaló que ese material ya es parte de los sedimentos del embalse.
Al Burgomaestre también le preocupan otros deslizamientos en los sectores de San Carlos y Las Juntas. Estos se relacionan con el llenado del embalse de Mazar.