La forma elíptica (ovalada) del complejo arqueológico Ingapirca y su estructura singular, que data hace más de 500 años, son los atractivos principales de Cañar. Hace tres años la edificación fue declarada en emergencia porque las piedras comenzaron a desintegrarse.
Según Catalina Tello, directora del complejo y funcionaria del Instituto Nacional de Patrimonio, esa declaratoria sirvió para que se controle la meteorización avanzada o ‘cáncer’ de la piedra.
Pero explica que en los últimos años han disminuido los daños en las 3 600 rocas, que conforman el complejo.
Entre las principales actividades ejecutadas está el control de la enfermedad de la piedra, con medidas preventivas. Para ello, se realizó la limpiezas y la estabilización de los drenajes de agua.
Además se controla el ingreso de turistas por grupos, para evitar que sobrepase la capacidad del complejo.
El 2012 arribaron 90 000 visitantes. Para este año se prevé que la demanda aumente, por los arreglos que se realiza en la vía, comenta el guía turístico Carlos Guamán. Él se encarga de recibir a los turistas en el área administrativa.
La infraestructura en donde está ubicada la boletería, la información, la sala de espera y los baños, fue edificado en el 2012.
Tello explicó que la construcción del área administrativa y la readecuación del museo son parte de las nuevas obras. El objetivo es que los visitantes tengan un servicio integral en Ingapirca.
Este complejo Cañari-Inca, que toma una hora en conocerlo, está conformado por el templo-castillo, aposentos, bodegas, pilaloma y una tumba colectiva.
Según Tello, en enero pasado se iniciaron las investigaciones para conocer el estado de las rocas. La inversión es de USD 100 000. El propósito es determinar el grado de afección y las acciones que se deberán tomar.
Las investigaciones se realizan en laboratorios del país. También se cuenta con asesoría de especialista de Francia y España que analizan la información recabada por la Universidad de Varsovia.
Para noviembre se espera que estén listos los estudios que determinarán las acciones a ejecutarse en el complejo. Ese mes también se deberá estar listo un proyecto integral para el museo.
La obra física de ese espacio concluyó y ahora se realizan los estudios para su manejo. Tello agregó que el objetivo es mostrar de forma interactiva la riqueza de la cultura Cañari.
En la actualidad el complejo posee guías nativos, que se encargan de contar el pasado de Ingapirga.
Isidora Yupa está contenta que el patrimonio de su pueblo -que por años estuvo descuidado- se esté recuperando poco a poco.
Ingapirca fue un importante centro religioso, político, científico, militar y administrativo. Está conformado por observatorios solares, un templo, aposentos, entre otros.
La turista guayaquileña Eloysa Villaroel quedó maravillada con el complejo arqueológico. Le sorprendió ver la cara del Inca en la montaña, otro de sus atractivos.
Las cifras del complejo
La entrada para los turistas extranjeros cuesta USD 6. Los nacionales pagan 2 y los estudiantes, tercera edad y personas con capacidades especiales 1.
Las visitas se pueden realizar de lunes a domingo, de 09:00 a 17:30. No se abre el 1 de enero, 1 de mayo y el 25 de diciembre.
Con una inversión de USD 700 000 se mejoró el área administrativa, el museo y la casa de los arqueólogos.