Daños y pérdidas en Cuenca y Morona Santiago por las lluvias en Ecuador

María Peralta, de 83 años, fue auxiliada. Su casa se inundó en Victoria del Portete. Foto: Lineida Castillo / EL COMERCIO

Desolación. Eso han causado las lluvias en Cuenca y los cantones Morona y Tiwintza (Morona Santiago). Hay familias damnificadas, casas y cultivos anegados y estructuras colapsadas.

En Cuenca, 461 personas fueron afectadas por la creciente de los ríos Tarqui y Yanuncay, de acuerdo con el reporte del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias. 21 pernoctan en dos albergues y 101 recibirán asistencia humanitaria.

También hay 42 viviendas afectadas total o parcialmente y cinco puentes peatonales que fueron arrastrados por la inusual creciente del río Tarqui, que nace en los páramos de la parroquia Cumbe, en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Cajas.

La Red Hidrometeorológica de la Empresa Municipal Etapa informó que normalmente el Tarqui tiene un nivel de prealerta de desbordamiento con un caudal de 30 metros cúbicos por segundo, pero la noche del sábado alcanzó los 320 m3.

“Fue algo histórico lo que ocurrió”, aseguró Lenín Álvarez, de la Red de Monitoreo. Además, Cuenca soporta lluvias continuas desde el 1 de mayo pasado, por lo que los suelos están muy saturados.

“Jamás he vivido un evento de esta magnitud”, comentó Angelita Yunga, de 54 años, de la comunidad del Carmen de Guzho, en el sur de Cuenca. El agua alcanzó más de un metro dentro de su casa y colapsó el taller de carpintería de su esposo Ernesto León, de 58 años.

El fin de semana los ríos Tomebamba y Yanuncay estuvieron en alerta de desbordamiento y se mantienen en esas condiciones, porque las precipitaciones persisten.

Por eso, el alcalde de Cuenca, Pedro Palacios, pidió a la ciudadanía no acercarse a las orillas. Al mediodía de ayer, se reportó la caída de un joven de 15 años al río Tomebamba, a la altura de la avenida Ordóñez Lazo. El Cuerpo de Bomberos se activó en la búsqueda.

En general, la emergencia del fin de semana dejó cinco parroquias urbanas y rurales con daños y destrozos de bienes. Para atender las afectaciones el Cuerpo de Bomberos, Municipio y Prefectura de Azuay trabajaron con bombas para sacar el agua de las casas.

Por la preocupación, algunas familias como los Sari y Guamán, en el Carmen de Guzho, alquilaron bombas de succión; y otros como los Tacuri, Ramón y Mendía, de la comunidad de Churuguzho, hicieron una especie de minga con baldes. Estas familias abrieron surcos para que el agua fluyera.

Estos y otros trabajos como el encauzamiento de las aguas son las obras de mitigación previstas. El Municipio y la Cámara de la Construcción convocaron ayer a los constructores a sumarse a la limpieza para ayudar a los afectados.

Según Cristina García, presidenta de la Cámara de la Construcción de Cuenca, tres constructoras privadas están apoyando con bombas, retroexcavadoras y otros equipos para los trabajos. Los militares colaboran en los trabajos.

En Morona Santiago, hay varias vías interrumpidas por deslizamientos. La mayor afectación fue el colapso de 30 metros lineales de la calzada de la Macas-Puyo, por un enorme socavón que se produjo por la fuerza de la corriente de los ríos Upano y Copueno.

En esta vía, administrada por el Ministerio de Transporte, se registraron el año pasado dos emergencias similares. El problema ocurre porque el Upano arrastra los sedimentos de la erupción del volcán Sangay y con las lluvias aumenta el caudal, que provoca las erosiones.

Por esta situación, el cantón Morona está incomunicado y los vehículos utilizan como alterna la vía Macas-Sucúa-Puyo. El alcalde de Morona, Franklin Galarza, dijo que ya no quieren obras parciales, sino que se realicen los estudios para un trabajo definitivo.

Las autoridades del Ministerio de Transporte esperan que baje el caudal para determinar qué trabajos se pueden realizar para reanudar el paso vehicular. Se analiza la colocación de un puente bailey.

En el cantón Tiwintza hubo inundaciones en la comunidad Puerto Morona. 16 casas siguen anegadas y el nivel de agua se mantiene alto. Se entregaron raciones alimenticias a las familias afectadas.

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