Los trabajadores que se dedican al corte de la caña de azúcar no reiniciaron sus actividades ayer, en el ingenio Ecudos. A pesar que la administración azucarera firmó un contrato colectivo con los empleados, el martes en la noche, no todos los obreros lo aceptaron.
Más de 200 jornaleros que llegaron en 20 buses impidieron el acceso al ingenio de los camiones de caña hasta la tarde de ayer. Pero eso no afectó a las labores internas ya que otro grupo de obreros se encargaba de procesar la materia prima y las labores administrativas.
Manuel Padilla, representante de los cortadores de cañas, dijo que el contrato colectivo solo fue para los empleados de Ecudos y no para el resto que también labora en el ingenio. “Queremos que se garantice el aumento del jornal a los que cortan la caña y que hacen el trabajo más duro. Solo queremos garantías”.
El contrato inicial permitía a los empleados de Ecudos tener un incremento de USD 1,2 millones más para los jornales y que debía distribuir entre los 1 900 empleados en los próximos dos años. Los trabajadores de Podec que suman cerca de 1 300 también quieren esos beneficios. Otra empresa es Sacorpren que reúne a 1 300 obreros.
Staynley Vera, administrador del ingenio, sostuvo que las negociaciones continúan con los trabajadores para que no haya confusiones. “Hay que detallar cómo se van a distribuir esos aumentos para que mejoren los salarios de los empleados que son parte de la industria”.