La conexión vial entre las provincias de El Oro y Guayas es vital pero tortuosa

Un tramo, entre los cantones Ponce Enríquez y El Guabo, es ampliado por Consur. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

La carga diaria de tráfico entre Machala (El Oro) y el cantón Naranjal (Guayas) es de 10 000 vehículos. Ese tramo de la Troncal de la Costa o estatal E25 fue diseñado para soportar un flujo vehicular promedio de menos de 4 000 automotores al día.
El aumento de la demanda sobre la carretera estrecha, de dos carriles, alargó los tiempos de traslado e índices de accidentabilidad. Solo a la altura de Naranjal murieron 25 personas el año pasado, en accidentes, según la Agencia Nacional de Tránsito (ANT).
La ampliación de la vía a cuatro carriles es un viejo anhelo orense y una necesidad para el sector productivo. Por esta carretera se mueve el camarón de las piscinas de El Oro hacia las plantas procesadoras en Guayaquil o la producción exportable de banano a Puerto Bolívar o hacia otros terminales marítimos.
“El tramo Machala-Naranjal debería tomar una hora en auto, pero un camión lo hace en más de dos horas, lo que resta competitividad y encarece costos de traslado de productos y mercancías”, indicó Jorge Valle, presidente de la Cámara de Comercio de El Oro y del Colegio de Ingenieros Agrónomos.
El Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) mantiene dos concesiones en el corredor vial entre Huaquillas (El Oro) y Naranjal (Guayas).
Hace un mes firmó con la compañía Herdoíza Crespo la concesión para la ampliación a cuatro carriles del tramo de 45,5 kilómetros Naranjal-Tenguel, parte de la vía conocida como Guayaquil-Machala.
Se trata de uno de los tramos más afectados en la conexión entre Guayaquil y Machala, con baches, fisuras y hundimientos ocasionales en los dos carriles.
En los pasos por Naranjal, Balao y el ingreso a Tenguel, la carpeta asfáltica luce mayormente dañada.
La inversión inicial es de USD 120 millones, 100 millones de aporte privado y 20 millones del sector público, informó el Ministerio. El plazo de concesión es para 30 años, con tres años de construcción para la rehabilitación y ampliación de la carretera.
El tramo Río Siete–Huaquillas de 95 kilómetros estaba concesionado desde el 2016 a la compañía Consur R7H. En octubre del 2019, el MTOP firmó el contrato modificatorio donde se incluyó la construcción de pasos laterales en Camilo Ponce Enríquez y El Guabo en una nueva concesión de 105 kilómetros: Tenguel-Río Siete-Huaquillas.
La inversión total será de USD 450 millones, en alianza pública-privada, para concretar la ampliación de dos a cuatro carriles. Consur realiza trabajos en dos tramos de los 23,2 kilómetros que hay entre Ponce Enríquez y El Guabo.
Pedro Bazurto, director Distrital del MTOP de El Oro, informó que hay avance del 25% en los trabajos de excavación, movimiento de tierra y colocación de estructura. Esto comprende la subbase, base y carpeta asfáltica.
Cobro de peaje
La Cartera de Estado aspira en el primer trimestre del 2021 habilitar el tramo ampliado Río Siete-El Guabo, en el que se concentran ahora. El nuevo peaje de ocho casetas El Garrido está terminado, pero aún no obtiene luz verde para empezar a cobrar.
El presidente de la Cámara de Comercio de El Oro cuestionó el modelo del contrato de alianza público-privada que ha impedido que se concrete la ampliación en menor tiempo. Dijo que la concesionaria requiere de los aportes económicos del Gobierno y sin ellos el avance es limitado. “La compañía debería ser la que invierta de forma íntegra porque va a quedarse en la vía 40 años”, criticó Valle.
Los trabajos se paralizaron entre marzo y junio debido a la pandemia, lo que provocó retrasos en el cronograma.
“A pesar de que hemos tenido problemas económicos a nivel país no se ha dejado de intervenir en esta obra”, sostuvo el director Distrital.
También se han iniciado trabajos de construcción de un paso lateral de 10 kilómetros para bordear a Camilo Ponce Enríquez, un cantón de Azuay entre El Oro y Guayas. Atravesar el centro de Ponce Enríquez provoca los mayores retrasos. Los vehículos circulan a baja velocidad por la población en una carretera estrecha, sin aceras, donde se encuentran autos parqueados a lado y lado de los negocios, lo que entorpece el flujo.
El tramo estuvo destruido por años, pero la concesionaria y el MTOP hicieron hasta octubre tareas de recapeo de 1,2 kilómetros. La idea es continuar con un plan de bacheo hasta dejar a punto el tramo Río Tenguel–Río Siete.
Gabriel Espinoza, trabajador del sector minero que usa a diario la vía, indicó que atravesar el trecho de 3 kilómetros de Ponce Enríquez puede tomar hasta media hora. “Sigue siendo tortuoso pasar cuando se llena de carros, a pesar de los arreglos”.
En los extremos del ingreso al cantón azuayo se taparon baches, pero ya la carpeta asfáltica está nuevamente irregular ante el alto tránsito de vehículos pesados, dijo.