La comunidad diseñó su plan en Baños

Redacción Sierra Centro
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En los últimos días, una  densa neblina cubre al volcán  Tungurahua.  “La ‘Mama’ está tranquila”, asegura  Mariana Pérez, vendedora de cañas y jugos   en la terminal terrestre de Baños.
 
Este cantón se encuentra a 40 km de Ambato y es uno de los más turísticos de la Sierra Centro. Por  sus calles sinuosas,  los turistas  caminan con grandes mochilas. En los  alrededores de la iglesia de piedra  se huele a incienso. 
 

Charlas   sobre   sismos
El alcalde de Baños,    Hugo Pineda, solicitó que la Secretaría Técnica de Gestión de Riesgos realice charlas sobre lo que se debe hacer durante un movimiento telúrico.  El Municipio solicitó a la entidad USD 1 millón para realizar trabajos de estabilización de taludes. El Municipio,  con el apoyo de varias organizaciones internacionales,  iniciará en 15 días la señalización de las rutas de evacuación. Esto consistirá en colocar letreros y pintar las calles y avenidas. 
Luego  de la reactivación del volcán, en 1999, Baños es el único cantón donde la capacitación y la organización de simulacros es permanente. El Instituto Geofísico reporta a diario las novedades del volcán Tungurahua,  a las autoridades.   

Pérez trabaja en la terminal  desde hace 50 años. Es menuda.  Tiene el cabello blanco y  usa un delantal.  En su puesto también  oferta melcochas, mermeladas y frutas,  que están apiladas sobre mesas de madera.
 
Rubén Castro  llegó  el miércoles en la mañana.  Vive en El Quinche, en la provincia de Pichincha. Viajó  con  su esposa, sus  cuatro hijos y dos cuñadas. Mientras compraba  los dulces, Pérez le informó  que en caso de una reactivación del volcán Tungurahua, debe viajar a Puyo.

“No hay que circular por la vía Baños-Ambato, porque es peligrosa. Allí está la quebrada  Bascún y el sector Los Pájaros,  por donde  baja lodo,  piedras y escombros del Tugurahua”.

Castro cuenta que también recibió esta información en las piscinas de La Virgen, donde las aguas termales relajan los músculos adoloridos. Un  guardia le detalló que las calles 12 de Noviembre, Montalvo y la carretera Baños-Puyo, son algunas de las rutas de evacuación.

En Baños, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) organiza cada mes charlas sobre cómo actuar en caso de un  deslave, inundación y erupción volcánica. Los simulacros se realizan una  vez al año.  Esto se hace luego  de que en octubre de 1999, la ceniza  y la expulsión de lava causó la emigración de más de  15 000 baneños.

“Cuando regresamos, juramos capacitarnos e informar a los turistas sobre  las novedades del volcán. Estamos cerquita. Tenemos que aprender a convivir con el riesgo”, afirma Pérez.

Ella  asistió a seis charlas y participó en tres simulacros de evacuación, convocados  por el Municipio y por  la Secretaría Técnica de Gestión  de Riesgos.  Cada año,  el Cabildo invierte USD 10 000 en la organización de los talleres y en la  impresión de  mapas y trípticos. 

En su casa también elaboró un plan familiar de evacuación. Sus  dos hijos deben llevar a los  abuelos al albergue del sector San Vicente, ubicado en la vía Baños-Puyo y cargar las mochilas con ropa y alimentos. Pérez está  encargada de asegurar la casa.  En El Aguacatal, Santa Ana, La Ciénega y en la Escuela de Policía, también hay albergues.

Xavier Mayorga, coordinador del Departamento de Seguridad Ciudadana y Riesgos del Municipio de Baños, indica  que  estos lugares tienen una capacidad para acoger  hasta 6 000 personas. Todos están equipados con colchones, cobijas, cocinas y vajillas.

La semana pasada, el Municipio terminó la capacitación sobre prevención de riesgos,  en  seis escuelas, cuatro colegios y en 22 de los 36 barrios que hay en Baños. En los próximos días, se  iniciará la segunda fase. Para  el próximo 29 de marzo se hará un simulacro en el cual se activarán las sirenas.

Méntor Cáceres, vive en el barrio 16 de Diciembre. Él es el único sastre que hay en el sector. Tiene 65 años. En su local,  donde los casimires están colgados en perchas y las paredes están cubiertas con afiches de la  década de los 70,  guarda  su mochila que tiene una lámpara, una radio que funciona con pilas, ropa y alimentos enlatados. “Cada dos meses saco las cosas para que no se dañen. Esto lo aprendí en los cursos que organiza  el Municipio”
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Cerca de este barrio, está  San Vicente de la Florida. Para  Rocío Sánchez,  tesorera de la Directiva, lo importante durante una emergencia es mantener la calma.

“El volcán se puso otra vez  bravo hace cuatro años. Pero cada familia sabía  qué hacer. No tenemos miedo. Estamos preparados”.
Este año, el COE imprimió  15 000 mapas, que indican las rutas de escape, los sitios donde están los albergues y las sirenas. 

2 000 se repartieron a los turistas en el feriado de Carnaval.  El resto se distribuirá en los 128 hoteles, 106 restaurantes, 35 bares y 61 operadoras turísticas del cantón.   

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