Las intensas lluvias pentraron en los interiores de las viviendas de Santa Elena. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Las intensas lluvias empezaron a las 04:00 y se extendieron hasta las 08:00 de este viernes 28 de febrero de 2020. Esas cuatro horas anegaron varias vías del barrio Emilio Estrada, en la comuna Valdivia, en la provincia de Santa Elena. También 37 casas quedaron inundadas.
Una de las viviendas afectadas fue la de Sonia Quijije. El pequeño muro que construyó a la altura de la puerta de ingreso no fue suficiente para contener el agua acumulada.
Pasadas las 10:30 la mujer, junto a otros vecinos, intentaban evacuar el agua. Usaron baldes y otros recipientes para sacar el líquido acumulado. El Cuerpo de Bomberos de Manglaralto instaló una bomba para ayudar en el trabajo.
Quijije se quejó de que esta es la segunda vez que se inunda, en lo que va de febrero. Cuestionó la poca acción de las autoridades. La mujer perdió dos colchones y otros enseres.
El alcalde de Santa Elena, Otto Vera, recorrió el barrio La Rivera, en Valdivia, para constatar las afectaciones. Durante la visita informó a este Diario que a las 14:00 se reunirá el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) provincial para analizar una posible emergencia sanitaria de las comunas Manglaralto, Valdivia, San Pedro, Libertador Bolívar y San Marcos.
Explicó que en un primer informe se identificó que 400 viviendas en el cantón quedaron inundados y aislados. También se perdieron 60 hectáreas en Bajita de Colonche y 70 hectáreas en San Marcos de plantaciones de ciclo corto como maíz y sandía.
El Cuerpo de Bomberos de Manglaralto realizó trabajos en el área para drenar el agua. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
A pocos metros, en la calle Guayaquil, Pablo Yagual mostró los estragos de la lluvia en su domicilio. Había lodo y agua acumulada. El hombre pidió que la Península fuera declarada en emergencia.
“Colonche y Manglaralto, principalmente, son áreas bajas. El agua está estancada y llega a 50 y 60 centímetros de alto, lo que ha dejado pérdidas en enseres de viviendas pobres“.
En otros poblados como El Palmar, Cadeate, San Pedro, San Pablo hay barrios donde se formaron grades charcos de agua y lodo, alteró la normalidad de las actividades de los pobladores.
Andrea Cruz, por ejemplo, no pudo salir de su vivienda. Evitó que sus pequeños hijos salieran al patio a jugar. “Mi preocupación es porque estas aguas provoquen enfermedades, esta noche habrá mosquitos”, lamentó.
En Monteverde la cancha principal de la comuna quedó inoperativa. No hubo presencia de niños en el sitio como usualmente ocurre.