Luego de tres años de permanecer cerrado al público por trabajos de restauración, ayer se reabrió el complejo arquitectónico-religioso Todos Santos. El Municipio de Cuenca y la Curia invirtieron USD 2,5 millones.
Este amplio inmueble patrimonial de propiedad de la Comunidad de Madres Oblatas está ubicado en la Calle Larga, en el Centro Histórico de Cuenca. Se compone de varias edificaciones y entre las más importantes están la iglesia y el convento de las religiosas.
Fue una de las primeras construcciones que se levantó en el Barranco del Tomebamba, en el siglo XIX (1820). Según los datos históricos, en la primera improvisada iglesia del complejo se celebró la misa de la Fundación de Cuenca, en 1557.
La edificación es de adobe, bahareque y carrizo; atractiva por su color, símbolos e íconos plasmados en las paredes, techos y pilares. El templo estaba afectado por falta de mantenimiento y el incendio del 2006, donde falleció una religiosa.
Según Gustavo Lloret, encargado de la restauración, la intervención fue tan laboriosa que demandó mucha paciencia. El Municipio invirtió en la restauración casi integral de la iglesia y el convento: cambio de redes hidrosanitarias, nuevos altares, iluminación y sonido. Lo más importante fue la recuperación de la pintura mural y tubular, que estaba cubierta por varias capas de pintura.