Impulsadas por los fuertes vientos que caracterizan esta temporada del año, las cometas realizaron su danza aérea mientras surcaban el cielo. En tierra, hombres, mujeres y niños las sostenían con mano firme y se divertían con esta milenaria tradición, nacida en China.
El cielo se engalanó en el cerro El Muerto, perteneciente a El Morro, parroquia rural de Guayaquil. Aquí llegaron los visitantes para elevar sus cometas en la segunda edición del festival El Morro es Turismo, organizado por vecinos del barrio Campo Alegre con el apoyo de la Empresa Pública Municipal de Turismo de Guayaquil.
Estos juguetes aéreos fueron elaborados por artesanos de la comunidad. Ellos compartieron su experiencia con los presentes y les enseñaron a construirlos utilizando material reciclado.
También hubo emprendedores de El Morro y de Guayaquil, Playas, Posorja, Durán, entre otros cantones. Ellos se dieron a conocer y ganaron clientes. De esta forma, las cometas ayudaron a reactivar sus negocios.
Como Washington Flores, cometero de El Morro desde hace más de 30 años. Él llevó al festival 100 de sus creaciones, elaboradas con elementos reciclados. Al final logró venderlas todas.
Hubo, además, una competencia para elegir las mejores cometas. Los ganadores fueron Enner Escalante, en la categoría niños de 6 a 10 años; Byron Armijos (11-16 años), Washington Flores (23-59 años), Segundo Orejuela (adultos mayores). El mejor diseño fue para Maryori Chalen.
Según Kahyda Rivera, presidenta del barrio Campo Alegre, el sector busca convertirse en un centro de artistas. Y las cometas permiten atraer el turismo y mover la economía pospandemia.
Rivera es ingeniera comercial y con los vecinos de Campo Alegre promocionan este sector de El Morro. En 2019, el barrio participó en la Feria Gastronómica Raíces 2019 representando a El Morro. Obtuvo una mención por Emprendimiento y Creatividad.
Tradición y unión familiar
Para Andrea Yépez, volar cometas es una tradición que se remonta a su niñez. Hoy, ella y su esposo mantienen viva esta costumbre. “Vivimos en Quito y tenemos una tradición, de subir cada año al volcán Ilaló para hacer volar las cometas”, comentó la mujer, mientras encumbraba uno de estos juguetes en el Complejo Recreacional Los Pastos, en el cantón Tulcán.
Ella asistió a la II Edición del Concurso de Cometas, organizado por la Alcaldía de Tulcán y que se desarrolló en este lugar turístico de la capital carchense.
El evento congregó a familias enteras para practicar esta tradicional actividad. Además, recibió a emprendedores rurales que se dieron cita con sus negocios. Ellos tuvieron la oportunidad de reactivar su economía, gracias a las cometas.
“Me parece muy importante que se mantengan tradiciones como esta, ya que hacen parte de nuestra cultura y nuestra historia”, afirmó Andrea. “Para los niños es una actividad diferente, al aire libre, lejos de dispositivos electrónicos y se divierten mucho”.
Emprendimientos
Óscar Naranjo, jefe de Patrimonio Cultural del GAD Municipal de Tulcán, manifestó que “este evento se realiza con el fin de resguardar esta tradición y fomentar la unión entre familias”.
Como parte del festival se cumplió la competencia para elegir las mejores cometas. La más tanguilona o grande fue la de Alan Gudiño.
La cometa más chiringa (pequeña) correspondió a Romina Bastidas. La cometa más extrovertida fue la de Josué Ger, el niño Isaac Alvarado tuvo la cometa que voló más alto. En la categoría de faroles se destacó Fernanda Martínez.
Y en medio de esta fiesta, Narcisa Rosero pudo vender todas las cometas que llevó para la venta. Esta emprendedora aprovecha la temporada de agosto para ofrecer el producto. “En estos eventos podemos lograr algunas ganancias”.
Con ella coincidió María Amparo Canacuano, quien tiene un emprendimiento de cebichochos. Pudo venderlos todos.
Para Cristina Cevallos, otra visitante, esta tradición aumenta la unión familiar. “Para elaborar la cometa trabajan todos con ideas, con el material, ayudando a amarrar, con las piolas. Todos trabajan en equipo y eso es lo importante: conservar ideas, juegos que unan a la familia y se conserven estas costumbres”.