Diez días después de que el volcán Tungurahua inició nuevamente su actividad, los baneños se encuentran preocupados por el descenso de las actividades económicas. El turismo, el comercio y los servicios están afectados.
Segundo Cisneros, dueño del restaurante Mamá Inés, es uno de los perjudicados. “El impacto a mi negocio ha sido demasiado fuerte. El temor de la gente ha hecho que mis ingresos bajen drásticamente”, comenta.
Cisneros cuenta que en un fin de semana común la afluencia de turistas, nacionales y extranjeros, es bastante alta. “Normalmente mi local se llena; hay rotación constante de gente”, pero ayer Cisneros solo contabilizó una mesa ocupada hasta el mediodía
El alcalde de Baños, Hugo Pineda, confirma con cifras lo dicho por Cisneros. Según la autoridad, en un fin de semana normal, unos 10 000 turistas llegan a Baños. Pero con la actividad del volcán el número de turistas ha descendido a cerca de 2 500 visitantes.
“Nosotros vinimos exclusivamente a ver el espectáculo. Es cierto que la Mama Tungurahua está en actividad, pero acá hay tranquilidad”, dice Fernando Cueva, un turista que llegó el fin de semana al cantón.
Como Cisneros, hay otros comerciantes en la misma situación. Israel Vega trabaja en el Hotel Paraíso. Con rostro preocupado cuenta que los ingresos del negocio han bajado de forma considerable. “Tenemos 16 habitaciones y todos los fines de semana recibimos a visitantes. Pero desde el lunes pasado no hemos tenido ni un solo huésped”, dice.
En el bar Tarinacuy Peña sucede algo parecido. Su dueño, Francisco Jaramillo, tiene la misma preocupación que el resto. “Siempre tengo gente, en especial durante las noches. Ahora, el local está vacío. Tuve solo dos personas el fin de semana”.
El coloso afecta a todos por igual. Carmen Villavicencio y Rosa Hidalgo, trabajadoras de la Asociación de Productos Nativos de Mi Tierra, dedicadas a vender caña, melcocha, rompope y otros dulces, dicen que sus ventas disminuyeron en el fin de semana, que también se caracterizó por la nubosidad y al escasa visibilidad hacia el volcán.
“A nosotros el Tungurahua no nos afecta. Acá no pasa nada. El perjuicio es para el bolsillo”. En una semana ambas comerciantes vendían unos USD 400, pero en estos días sus ingresos no superan los USD 10.
Roberto Guevara trabaja en el locutorio Solnet. Cuenta que tiene clientes porque de una u otra manera tienen que comunicarse, “pero es notoria la escasez de personas en toda la ciudad”.
Baños es conocido por su oferta de deportes extremos, pero esta actividad también decayó. El local Geotours, por ejemplo, recibe en días normales hasta 18 personas. El domingo llegaron seis. Los taxis ahora pasan más tiempo estacionados por culpa del volcán. Así lo señala Mauro Díaz, conductor de una unidad de la cooperativa 16 de Diciembre.
Tres explosiones por hora
La actividad en el volcán continuaba el fin de semana en nivel alto. Así lo señaló el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, en su página web (www.igepn.edu.ec).
Según los reportes, se mantiene un promedio de tres explosiones por hora. Las explosiones generan fuertes cañonazos y bramidos que alcanzan un altura de 1 kilómetro sobre el nivel del cráter.
Además, el Instituto informó que durante el fin de semana, el volcán permaneció nublado la mayor parte del tiempo. Solo entre las 01:00 y 03:00 del sábado se despejó la cima del volcán; en ese momento se observó actividad en el cráter.
Durante el día, en ocasiones, se pudo observar entre las nubes emisiones de vapor de agua y gases volcánicos. Se registraron ligeras lluvias en el flanco occidental del volcán sin generar lahares.