Comercio intenta reactivarse en la zona del incendio en la Bahía de Guayaquil

Un incendio que se registra en el sector de la Bahía, en el centro de Guayaquil, destruye locales de venta de productos chinos. Foto: Evelyn Tapia/ EL COMERCIO

Un incendio que se registra en el sector de la Bahía, en el centro de Guayaquil, destruye locales de venta de productos chinos. Foto: Evelyn Tapia/ EL COMERCIO

Un incendio se registró en el sector de la Bahía, en el centro de Guayaquil, el pasado 7 de julio.  Destruyó locales de venta de productos chinos. Foto: EL COMERCIO

El olor a combustible es inevitable aún, luego de cuatro días de ocurrido el incendio que consumió cinco locales con sus bodegas en el Centro Comercial Bahía Mall 3, en el centro de Guayaquil.

El perímetro está restringido y hasta el momento es custodiado por cuatro policías de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO). Algunos transeúntes les piden ingresar para rescatar los objetos que sobrevivieron del incendio, pero está prohibido por normas de seguridad. Los dueños de los locales flagelados serán los encargados de recuperar lo que aún sirva. Ellos están a la espera de que la Policía permita su ingreso, luego de que la Secretaría de Gestión de Riesgos realice un informe sobre lo ocurrido el pasado 7 de julio.

Mientras tanto, uno de los familiares de un comerciante perjudicado, observa de lejos las decenas de perchas calcinadas que aún sostienen la mercadería que hace un mes atrás fue importada desde China. Entre los escombros de la calle hay sacos llenos de ropa, cartones y zapatillas, que parecen en buen estado. El único local que se salvó de este centro comercial fue “Imp Exp Fuyang S.A”.

“La mayoría de comerciantes que alquilaban en Bahía Mall 3 son dueños de otros dos o tres almacenes más cercanos”, afirma Romina Ochoa, empleada de un local de ropa.

Las ventas han disminuido, coinciden los trabajadores. “El martes no abrimos los locales. El miércoles la gente que pasaba solo quería ver lo ocurrido y hasta ahora no es lo mismo. Aún se percibe a quemado, por eso pedimos que hagan una limpieza total”, explica Sonia Rodríguez, de otra tienda de ropa. Para los asiáticos perjudicados, la economía ahora depende de las ganancias de los otros almacenes comerciales que administran, por los cuales también deben pagar alquiler y a sus trabajadores.

Los perjuicios por el incendio que duró tres horas, y que luego intentó reactivarse por tres ocasiones, alcanzaron a otros lugares. Por el edificio lateral del centro comercial ingresaron llamas que generaron alarma a aquellos comerciantes que utilizaban los pisos más altos como bodegas de mercadería.

El martes pasado, un hombre intentó ingresar y sacar sus productos del edificio, pero fue impedido por un policía. La mercadería en ese edificio permanece retenida. La puerta del segundo piso está cerrada y hay un aviso de restricción. En el sitio, el olor es aún mayor y las pocas personas que viven allí prefirieron abandonarlo hasta que todo vuelva a la normalidad.

Suplementos digitales