En la feria de comerciantes de Pelileo, en Santo Domingo, se realizó una inspección previo a la reapertura. Foto: EL COMERCIO
Nuevas actividades productivas y un ajuste en las restricciones para la actividad en cementerios resolvió el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de Santo Domingo de los Tsáchilas, en el occidente del Ecuador.
La feria de los comerciantes de Pelileo, en la vía a Quito, es una de las que ya empezará desde este viernes 30 de octubre de 2020.
Los vendedores enfrentaban dos medidas que les impedía atender los fines de semana.
Primero, un Juzgado de Santo Domingo debía resolver una acción de protección que solicitaron luego de ser notificados por el Municipio para que no sigan ejerciendo su actividad.
Esa acción legal, cuyo fallo les favoreció, entró en vigor el pasado 2 de octubre.
Pero los solicitantes no podían volver a sus instalaciones porque debían presentar un protocolo de bioseguridad ante el COE cantonal.
La semana pasada, poco a poco se instalaron dispensadores de alcohol y gel desinfectante en la infraestructura. Además, se abrieron más espacios en los corredores para que exista una mayor ventilación.
El jefe del Cuerpo de Bomberos, Hugo Parra, aseguró que ese era uno de los temas que preocupaba porque el contacto entre usuarios podría exponerlos a un contagio de coronavirus.
Por eso, se les autorizó para que solo puedan operar con 450 clientes. Antes de la pandemia a esa feria, donde se vende principalmente jeans, llegaban hasta 2 500 personas en una sola jornada.
El COE cantonal también acogió un pedido de los 18 cementerios privados y el público. Los directivos de los camposantos solicitaron que se les permita atender los entierros y cremaciones durante el feriado.
El organismo dio la autorización con un máximo de 35 personas por cada funeral que se realice entre el 31 de octubre y 3 de noviembre de 2020.
En esas fechas no se permitirá el acceso de las personas.