Hoy, 21 de marzo del 2014, concluyó el Pawcar Raymi e inició un nuevo año para la cultura indígena. En el cerro Cachaguay, ubicado a 15 minutos de Riobamba, en los Andes del Ecuador, un grupo de seguidores de la cosmovisión andina agradecieron y festejaron con una ceremonia este hecho importante.
A las 11:00 y la yachak Valeriana Anaguarqui empezó a preparar la ceremonia. Trazó un círculo y en el centro prendió una fogata que representó al abuelito fuego. A su alrededor, un grupo de mujeres colocó flores, banderas y adornos en formas de espiral y representó el ciclo del tiempo.
“Estamos llenos de colores”, dijo Valeriana antes de iniciar el ritual. Así se agradeció a la Pacha Mama (madre tierra) por los alimentos y la abundancia. Asimismo al dios Inti, por las bendiciones en todo el año.
Los cánticos en quichua hablaban sobre cosecha, la gracia de la naturaleza, la colaboración de los animales y los cuatro elementos sagrados: agua, tierra, aire y fuego.
El festejo se cumple cada 21 de marzo. Según los indígenas, este es el último día del año. Rezando en quichua, la Yachak envolvió varias hojas de tabaco y entregó a los participantes que aguardaban descalzos alrededor del círculo.
Tras dos horas de reflexiones, la ceremonia concluyó con una pamba mesa (mesa comunitaria). “Gracias por acompañarnos en este día tan especial para nuestra cultura. Hoy empezamos un nuevo ciclo y estamos comprometidos a continuar difundiendo nuestras tradiciones”, dijo Mario Allauca, uno de los asistentes.