Los racimos cosechados de la finca de Manuel Quintuña están cubiertos con una funda especial, para evitar que la ceniza contamine la fruta.
La plantación está ubicada en la parroquia Mariscal Sucre, del cantón Milagro, en Guayas, una de las áreas bananeras más afectadas por la erupción del volcán Sangay, según el Ministerio de Agricultura.
Luego de dos días, las 24 hectáreas de Quintuña aún están cubiertas con la espesa ceniza, que afectó a seis provincias del país. Las hojas que normalmente son de color verde están grises. Así mismo, continúan empolvadas las casas, los autos y el techo del área de empaque, donde los obreros trabajan con la fruta recién cortada.
Los jornaleros usan ropa de manga larga y pantalón para minimizar el contacto con la ceniza. En la finca, un trabajador se encarga de hacer un corte vertical en el plástico para retirarlo cuidadosamente. Otro, en cambio, revisa que no haya restos del material volcánico en los racimos, antes de ponerlos en los estanques de lavado, para luego seleccionarlos, etiquetarlos y empacarlos.
En este punto, los técnicos y trabajadores empiezan a detectar la fruta que no tiene la calidad de exportación y anotan en un cuaderno la cantidad de banano perdido. Hasta la semana pasada, la merma en la finca era del 2%, pero con la caída de ceniza aumentó. De las 1 440 cajas semanales que produce, Quintuña calcula que el 10% no se podrá exportar y se destinará al mercado local.
“A pesar de proteger mis racimos perderé una buena cantidad, aunque mucho menos que en junio, cuando también hubo ceniza”, relata. Ese mes perdió 500 cajas semanales a causa de la ceniza del Sangay.
Iván Cabrera, vicepresidente de la Corporación Regional de Bananeros del Ecuador (Agroban) y productor de Milagro, explica que la pérdida en las fincas es variable. En las que utilizaron las fundas protectoras del racimo, la afectación será baja. El resto tendrá pérdidas superiores al 25%.
Esta técnica se denomina ‘enfunde’, busca resguardar al racimo de posibles daños causados por insectos u otros animales y del roce de las hojas.
Para Cabrera, los productores deben aplicar dos técnicas para minimizar la afectación. Protección con fundas especiales y corte en sistema escalera, para no dispersar el polvo.
Agroban forma parte del Clúster Bananero. El gremio calcula que de 55 759 hectáreas afectadas por el Sangay se perderá, definitivamente, un 30% de la producción de la fruta.
Según el MAG, en Guayas los cantones con mayor impacto son Yaguachi, Milagro y Simón Bolívar. En Los Ríos también están afectadas las bananeras de Baba, Babahoyo y Vinces.
Johnny Cruz, miembro de la Asociación Los Chirijos, detalla que ahora tienen cierta dificultad para cumplir con los cupos de fruta que establecen las exportadoras. “Por ahora nos hemos apoyado en diferentes productores para poder llenar los contenedores”. El cupo semanal que debe cumplir la asociación es de 4 000 cajas.
Este gremio agrupa a 33 pequeños productores de Guayas que, a su vez, tienen contratos con exportadoras. La fruta se va en gran parte a Rusia.
Marianella Ubilla, presidenta de la Asociación de Exportadores de Banano, señala que los productores están reportando pérdidas del 25% en cada cosecha. De un racimo de siete manos, por la ceniza se rechazan dos, por mala calidad.
El sector espera que este suceso no afecte al buen desempeño de las exportaciones del 2020. El desplome en las ventas de camarón devolvió el liderazgo a la fruta como el primer producto de exportación no petrolero del Ecuador, luego de dos años de desplazado.
Los envíos crecieron 8,45% entre enero y agosto, comparado con igual período del 2019. Se han vendido 260,6 millones de cajas.
Richard Salazar, director de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano (Acorbanec), dice que aún es muy prematuro hacer un cálculo de cuánto sería el impacto que dejará la caída de ceniza en las exportaciones. Hasta el fin de esta semana, se espera tener un análisis realista.
Precauciones en la cosecha
La caída de ceniza fue menor en las zonas maiceras de Mocache y Ventanas, en Los Ríos. César Vizcarra, de la Federación Tierra Fértil, señala que los maiceros han optado por cosechar con cuidado para evitar la dispersión del polvo.
“Hasta el momento no se registran afectaciones mayores porque las hojas cubren la mazorca y evitan que cualquier agente ingrese y las dañe”, dijo.
En Santa Lucía, zona arrocera de Guayas, la presencia de ceniza fue menor. El productor Javier Ronquillo asegura que revisan constantemente sus sembríos de arroz para detectar cualquier anomalía.
En contexto
En el país existen 190 381 hectáreas de banano sembradas. Las principales provincias productoras son Los Ríos, Guayas y El Oro. La Unión Europea, Rusia y Oriente Medio son los principales destinos de las exportaciones bananeras de Ecuador.