Centro Histórico de Latacunga aún mantiene sus calles intactas con el adoquín de piedra. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
La arquitectura del Centro Histórico de Latacunga podría ser afectada ante una posible erupción del volcán Cotopaxi.
Sus 450 edificaciones entre casas, iglesias y edificios importantes, de acuerdo con el último inventario efectuado en el 2014 por el Instituto de Patrimonio Cultura (INPC), serían cubiertas por una capa de ceniza de hasta 25 centímetros de espesor. Además, por 20 centímetros de agua.
Esta urbe tiene calles revestidas con adoquín de piedra, parques, iglesias y monumentos. Algunas de sus edificaciones datan de la época colonial y el período Republicano.
Edificios como la Catedral, la Casa de los Marqueses, la iglesia de Santo Domingo, el Municipio, la Gobernación y otros inmuebles emblemáticos, que se encuentran en el corazón de esta ciudad, están dentro del mapa de riesgos volcánicos elaborado por el Instituto Geofísico, la Secretaría de Gestión de Riesgos y el Ministerio Coordinador de Seguridad.
El investigador latacungueño, Eduardo Meythaler, conoce cada uno de los rincones del Centro Histórico y dice que no tendría mayor afectación. En un recorrido por este espacio muestra varias casas que conservan sus bóvedas que datan de más de 300 años. Allí funcionan almacenes, bancos, oficinas y es la vivienda de varias familias latacungueñas.
Meythaler explica que construcciones como la iglesia de San Agustín, La Merced, la Catedral, Casa de la Cultura y otras construcciones resistieron a la erupción de 1877. Estas edificaciones se reparten en las 16 cuadras, que integran el centro. Limitan con las calles 2 de Mayo, Oriente, Hermanas Páez y Juan Abel Echeverría.
El investigador explica que de acuerdo con sus indagaciones efectuadas en documentos escritos por los cronistas, los daños fueron menores pese a que hubo una inundación de 20 centímetros de agua, por el desbordamiento del río Blanco que no tiene contacto directo con los afluentes que bajan desde el Cotopaxi. “Los lahares que descenderían del volcán afectarían sectores de las riberas del río Cutuchi”, cuenta el investigador Meythaler.
Una de las viviendas se levanta en las calles Quito y Manuel Salcedo. La casona de dos plantas fue edificada hace 300 años y perteneció a Luis Eduardo Tovar. Esta construcción colonial mantiene sus grandes bóvedas y gradas hechas con piedra. También, sus columnas son del mismo material.
El administrador Manuel Pruna dice que el edificio soportó las últimas tres erupciones. “Si sucede una nueva erupción debemos salir por seguridad y retornar una vez que esta ocurra para limpiar los techos y evitar que colapsen por (el peso) de la ceniza”.
El mismo criterio comparte el coordinador zonal 3 del Departamento de Patrimonio Material del INPC, Julio Cazar. Dice que el volcán Cotopaxi es un riesgo en la zona sur de Latacunga y no se conoce cuál sería el impacto real si ocurriera una erupción del macizo.
Sin embargo, se prevé que los inmuebles y bienes patrimoniales ubicados en La Matriz de Latacunga y en sectores como Saquisilí, Guaytacama, Mulaló, San Juan de Pastocalle, Tanicuchí y Toacazo podrían ser afectados por la caída de entre 5 y 25 centímetros de ceniza.
“El daño dependerá de la dirección de los vientos y la intensidad de la erupción. Los mapas de afectación están basados en un estudio cronológico e histórico realizado a las diversas erupciones y afectaciones por el coloso. Esa es una información técnica del Instituto Geofísico. También se prevé el descenso de flujos de agua por el desbordamiento del río Blanco desde la zona de Lasso. La naturaleza es impredecible”, dice Cazar.
En las calles Guayaquil y Sánchez de Orellana se levanta la plaza y la iglesia de Santo Domingo. Esta construcción histórica también soportó la erupción de 1877. Dos grandes cúpulas sobresalen en la plaza del mismo nombre.
La edificación, de propiedad de los padres dominicos, está dentro del listado patrimonial. Domingo Sánchez, superior de la Comunidad Dominicana, cuenta que no abandonará el convento de 200 años. “Tengo la experiencia de Baños de Agua Santa, en Tungurahua; cuando erupcionó nos quedamos e impedimos los robos al patrimonio. Creo que esta vez no pasará nada”.