Los habitantes del recinto 10 de Agosto en la vía Muisne- Pedernales atraviesan la vía afectada por una tabla. Foto: Bolívar Velasco / EL COMERCIO
El colapso de la vía Muisne- Chamanga- Pedernales, en la costa del Ecuador, ocasionó la caída de dos viviendas en el recinto 10 de Agosto.
Las casas, en donde además funcionaban dos negocios, se desplomaron luego de que el asfalto de la carretera se hundiera por las lluvias del lunes 25 de enero del 2016.
Según la Tenencia Política de Daule, el represamiento de una antigua alcantarilla causó un estallido que, a su vez, hizo que la tierra se erosionara.
El horamen se formó y tiene 25 metros de ancho por 50 de profundidad. Este percance también produjo que el cantón Muisne se quedara incomunicado con el norte de la provincia de Manabí (Pedernales).
La ruta es la única que tienen los muisneños para movilizar su producción de camarón y ganado. La interrupción, además de incomunicar con Pedernales, afecta a los poblados de Sálima, Mache, Chindul y Chamanga. Los habitantes del 10 de Agosto se ven obligados a realizar trasbordos para hacer sus actividades al otro extremo del pueblo. En el epicentro de la afectación de la vía se colocó un madero para que los moradores pudieran cruzar. Pese al peligro, ellos se arriesgan a atravesarlo, porque no tienen otro modo para llegar a sus destinos.
La Policía colocó vallas metálicas para que los buses y vehículos no se aproximen al lugar del siniestro. Raúl Esmeraldas fue uno de los afectados por la caída de su vivienda. Cuando sucedió el fenómeno, él no estaba en su casa, pero al retornar solo vio cómo una correntada de agua se llevaba sus pertenencias hacia el mar, que está a 1 kilómetro y medio del terreno donde estaba su vivienda. Vivía desde hace tres años en el recinto y estaba convencido de que algún día podría ocurrir una emergencia.
Cuenta que el alcantarillado siempre fue su principal amenaza, pues cuando llegaban las lluvias colapsaba pero pronto los moradores retiraban los escombros y todo volvía a la normalidad. No obstante, hace dos años dejaron de hacerlo y poco a poco se acumularon palos y restos de árboles. Raúl Esmeraldas, su esposa y dos hijas se encuentran en la escuela Alfredo Rodríguez Vera, que fue habilitada para albergar a los afectados.
Santa Bone, otra de las perjudicadas, está en el refugio con sus dos hijas menores de edad. En una de las aulas que ahora es su vivienda temporal, cuenta que la afectación la deja con una deuda de USD 4 000 y con USD 10 000 en pérdidas. En su vivienda tenía una tienda que acababa de surtir con un préstamo al banco. “No tengo idea de qué hacer para recuperarme. Ojalá y llegue la ayuda de las autoridades”.
El teniente Político de Daule, Santiago Rodríguez, afirma que en las próximas horas 50 personas serán evacuadas porque se encuentran colindantes a la zona de riesgo.
Esta mañana Margarita Heredia empacaba sus enseres y ropa para trasladarse al albergue provisional. Su propiedad es una de las que están en riesgo y debe salir cuanto antes porque la grieta se expande cada vez más. La casa está al filo de la abertura.
Las autoridades ofrecieron enviar vehículos para ayudar a evacuar a las familias, pero aquello ni la maquinaria llegaron hasta esta tarde. Hasta tanto, la Tenencia Política analiza pedir la suspensión de las clases en la escuela Alfredo Rodríguez Vera.
En el plantel cuenta con siete aulas donde estudian 70 niños a los cuales se los reubicará en un establecimiento del recinto Pedro Carbo, para que continúen sus estudios.
Pero en el recinto 10 de Agosto la preocupación también ronda a comerciantes que viven de la actividad camaronera. El crustáceo se despacha a Santo Domingo. Danny Pardo indica que ante la falta de comunicación vial deben trasladar la producción por la ruta Esmeraldas- Quinindé- La Concordia. El tiempo de viaje por estas vías es de cinco horas desde Muisne. Pero por la ruta inhabilitada se hace tres horas a la provincia tsáchila.