Este año comenzaron a ejecutarse las medidas para superar la crisis económica en la provincia de Carchi, declarada como zona deprimida por el Gobierno, en agosto del 2015.
La canasta comercial, considerada una tabla de salvación para los comerciantes, se amplió de 4 770 beneficiarios a 6 110. El cupo de mercaderías, que podían ingresar libre de salvaguardias para comercializarlos en la provincia fronteriza con Colombia, también creció a USD 54 millones. En la canasta están televisores, teléfonos celulares, electrodomésticos, neumáticos, entre otros productos.
1 200 negociantes se beneficiaron con la canasta, según Juan Carlos Jaramillo, gobernador del Carchi. Calcula que de enero hasta octubre pasado han ingresado USD 5,7 millones en productos.
Los productos importados se comenzaron a vender en los almacenes del Carchi, a un precio menor que en el resto del país. Eso trae esperanzas a los comerciantes, aunque el diferencial cambiario de USD 1 por 3 000 pesos, atrae a los ecuatorianos al mercado del sur de Colombia, que ofrece productos y servicios a menor valor.
En la provincia de Sucumbíos, afectada por la caída del precio del petróleo, también se sintió una leve mejoría a partir de que sus autoridades decidieron darle un giro a sus fuentes de ingresos.
El turismo y la piscicultura permitieron a esos sectores recuperarse ante la falta de los ingresos que dejaron de recibir por la disminución de las rentas petroleras.
Para la primera propuesta, el Municipio de Lago Agrio trabajó con la campaña Lago Agrio: Si no te quedas, vuelves. Esto permitió que los parques La Perla o los nuevos centros recreativos Nueva Loja y El Turístico tuvieran más visitantes, sobre todo de Quito. De 25 000 turistas que se registraban en el 2014, cuando se presentó la campaña, pasó a 50 000 durante este año, según las autoridades.
Otro eje fue la reactivación de una planta de panela. Hoy, 80 familias que perdieron su trabajo en las petroleras tienen un empleo en ese establecimiento que procesa 120 toneladas de panela en el mes.