En Manabí se han adaptado senderos y carreteras para hacer ciclismo de forma segura. En Sucre, Portoviejo y Manta se han organizado rutas y competencias para atraer al turista, que desde la pandemia por el covid-19 ha optado por los espacios naturales y el deporte.
En Portoviejo está la ruta La Tomatera, que tiene 32 kilómetros para hacer ciclismo de montaña. Este lugar tiene 14 rutas, con curvas y un terreno irregular en el que el piloto deberá atravesar obstáculos.
Este año, las visitas a este bosque seco han aumentado porque se ha mejorado la vía y se han colocado sitios para descansar. Además, los fines de semana hay policías que recorren la ciudad.
Jorge Mendoza vive en Montecristi, pero los fines de semana viaja a Portoviejo con su familia para hacer ciclismo en La Tomatera. Él afirmó que esa vía unía a la parroquia Riochico con la capital manabita, pero luego dejó de usarse. “Es un lugar mágico. Tiene pendientes que nos ayudan a mejorar las destrezas en la bicicleta”.
En Manta también se puede hacer ciclismo en la Ruta del Bosque Encantado, que se inicia en el recinto El Aromo hasta la parroquia San Mateo. En esa vía hay patrullajes de la Policía Nacional, desde el 6 de septiembre del 2020.
El recorrido es de alrededor de 30 kilómetros por la zona montañosa del sector. Se debe ingresar por el acceso a la playa La Tiñosa. “A medida que avanzas se puede ver el mar y también el bosque seco. Es muy relajante, aunque el camino puede ser difícil porque son muchos kilómetros”.
Según el historiador Jorge Zambrano, esta vía era utilizada para transportar paja toquilla porque en el sector de El Aromo las mujeres se han dedicado a la confección de sombreros y otros implementos con ese material.
En Sucre, el sector turístico también apuesta por una ruta ciclística. Se trata de La Tortuga, un trayecto por la zona montañosa y parte del centro poblado de la parroquia rural Charapotó.
Este recorrido fue inaugurado el 15 de agosto, con un evento en el que participaron 400 ciclistas del país. Fue organizado por el sector público y privado.
Los hoteleros hicieron descuentos de hasta el 30% para que los ciclistas durmieran en los recintos playeros San Clemente y San Jacinto, a pocos metros de Charapotó.
Según la Asociación de Hoteleros de Manabí, estas actividades deportivas y al aire libre han ayudado a dinamizar la economía de poblados pequeños como San Mateo, en Manta; Charapotó, en Sucre y Riochico, en Portoviejo.