Pedro Mendoza, una de las cuatro víctimas del percance en la mina en Portovelo, fue sepultado ayer en su natal Balzar (Guayas).
El cuerpo fue velado por varias horas, antes de ser llevado al cementerio. Fue rescatado en el sexto día del derrumbe en la mina en que laboraba un mes.
El velatorio se dio en una sencilla casa de sus padres, en la calle Roberto Astudillo. Momentos de dolor se vivieron por parte de sus padres, su esposa Marjorie Suárez y sus dos pequeños hijos.
Tomás Mendoza, padre del minero, comentó que el miércoles el presidente Rafael Correa se comprometió a ayudar a los familiares. Además de viviendas ofreció becas de estudios para los hijos.
Pedro vivía en Guayaquil, en Portete y Esmeraldas. Estaba desempleado cuando se le presentó la posibilidad de ir a Portovelo.
Su padre dijo que directivos de la empresa Minesadco, concesionaria de la mina, los citó para el próximo jueves para tratar sobre las indemnizaciones.
En la tarde más personas se hicieron presentes en el sepelio. Incluso hubo quienes, en medio del inclemente sol, acompañaron el cortejo al cementerio entonando sus guitarras. Red. Guayaquil