Manabí es para disfrutarlo, paso a paso. En las zonas altas de los cantones Bolívar (Calceta) y Santa Ana, las represas La Esperanza y Poza Honda, respectivamente, son la antesala de destinos turísticos en la provincia.
Al pie de estos embalses nacen los ríos Carrizal y Portoviejo. Desde los túneles de fondo de estos reservorios fluye el agua para mantener el caudal ecológico de estos corredores naturales.
El río Portoviejo atraviesa los cantones Santa Ana, Portoviejo, Rocafuerte y Sucre. Su trayecto de 178 kilómetros es bordeado por el verdor del campo. La caña guadúa crece hasta sobrepasar los 12 metros de altura.
En Santa Anta de Vuelta Larga, empieza el recorrido por los balnearios de agua dulce. En las márgenes del afluente se siente el olor a tierra húmeda. Allí han sido acondicionados algunos espacios por los lugareños para crear amplias playas y sitios de descanso junto a la cuenca hídrica. Hamacas colgadas entre los cañales simbolizan la identidad montubia de la zona.
En el verano las aguas del Portoviejo son mansas y limpias. Los visitantes llegan desde Manta, Portoviejo, Montecristi, Jaramijó, Rocafuerte, incluso hay turistas de Guayaquil y Quito.
Todos llegan a disfrutar de un fin de semana en compañía de la familia, refiere Mariela Calderón propietaria de un comedor de alimentos típicos.
Es el sitio La Jagua en el cantón Rocafuerte. Es la parte más plana del recorrido del río. El agua parece dormirse, la profundidad no pasa de 1,50 metros.
Hacia el sureste de Portoviejo, entre Calderón, San Plácido y Mancha Grande está la Ruta del Encanto. Las riberas de los ríos Chico y Mancha Grande también han sido convertidos en zonas de playa. Lo mismo sucede hacia el norte de la provincia.
Los poblados ubicados aguas abajo de la represa La Esperanza en el cantón Bolívar, cuya cabecera cantonal es Calceta, aprovechan del río Carrizal que baña vastas zonas agrícolas de Tosagua, Junín y parte de Chone para convertirlo en balneario.
Los detalles que debe conocer para llegar al río Portoviejo
Cómo llegar. Desde Manta y Portoviejo las vías están en buen estado. Existen pequeños tramos donde hay maquinaria de las compañías constructoras. Precaución en la vía a Crucita.
La ruta. La Ruta del Encanto, desde Portoviejo hacia Calderón, San Plácido y Mancha Grande. 90 minutos de recorrido. Los que prefieren a Santa Ana, desde Manta 45 minutos.
Transporte. Desde Manta y Portoviejo hay cooperativas de transporte intercantonal USD 2,50. Fletes en taxis desde USD 20 hasta 30.
Hospedaje. En Santa Ana hay las cabañas de la Quinta Maribel USD 15 por noche. En Portoviejo y Manta sitios desde USD 10 hasta 110.
La comida. Los platos de seco y caldo de gallina criolla USD 3,50. La tonga (arroz, puré de maní y pollo envuelto en hoja de plátano) USD 2,50. Caldo de salchicha a 2,50, porciones de morcilla a 2.
Sugerencias. Llevar sandalias tipo romanas para ingresar al río es por precaución por cualquier tipo de elementos que haya en el cauce.
Qué se puede visitar. En Santa Ana se pueden conocer las fincas integrales de los agricultores de la zona. Allí se conocen las formas de cultivos orgánicos de cacao y café.
Las represas. Desde las partes altas de las represas La Esperanza y Poza Honda se puede admirar los reservorios de millones de metros cúbicos de agua, un especie de lagunas, y la vida silvestre que existe en el lugar. Hay muchas aves acuáticas, también hay colonias de lagartos.