Una ballena cachalote se quedó varada en la playa de Mar Bravo, en Salinas, provincia de Santa Elena.
El cetáceo llegó sin vida a la orilla este lunes 7 de octubre, sin embargo, debido a los malos olores que desprendía producto de su estado de descomposición, fue enterrado en el lugar este martes 8 de octubre de 2024.
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El animal gris oscuro medía más de 11 metros de largo.
Según detallaron las autoridades municipales del Ambiente, la ballena presuntamente murió por heridas luego de quedar atrapada con una red de pesca artesanal abandonada en alta mar.
De acuerdo con el Ministerio de Ambiente, Guardaparques de la Reserva Marino Costera Puntilla Santa Elena asistieron al animal, conforme al Protocolo de Atención a Especies Marinas.
Fue necesaria la ayuda de maquinaria pesada para arrastrarla y sepultarla en un gigantesco hoyo que se hizo en medio de la arena.
Ballenas cachalotes
Las ballenas cachalotes suelen ser de gran tamaño, generalmente entre 16 y 20 metros. Su peso oscila entre 40 000 y 55 000 kilogramos.
Su apariencia se caracteriza por su enorme cabeza, que puede representar hasta un tercio de su longitud total. Tienen una piel de color gris oscuro a negro, con arrugas en la parte posterior de la cabeza y en los lados.
El cachalote está clasificado como una especie vulnerable debido a la reducción de su población. Se estima que actualmente hay alrededor de 360 000 ejemplares en el mundo.
Otras ballenas varada
Este es al menos el sexto caso en el año de ballenas varadas durante la temporada de apareamiento de los cetáceos.
Otros casos similares se dieron en Santa Elena y El Oro. El más reciente ocurrió el sábado 14 de septiembre en la playa de Bajo Alto en El Oro.
En aquella ocasión, una ballena jorobada juvenil de aproximadamente 4,5 metros se encalló en la orilla.
Las otras tres ballenas varadas fueron registradas entre junio y julio en las playas de Punta Blanca, Anconcito Ballenita y Monteverde, en la provincia de Santa Elena.
¿Por qué se varan las ballenas?
Uno de los factores naturales más reconocidos es la desorientación. Las ballenas utilizan la ecolocalización para navegar y comunicarse. Sin embargo, variaciones en el campo magnético terrestre, tormentas solares, o cambios en las corrientes oceánicas pueden afectar su capacidad de orientación, llevándolas a aguas poco profundas donde pueden quedar varadas.
Otro factor significativo es la salud. Las infecciones bacterianas, virales o parasitarias pueden debilitar a las ballenas, afectando su capacidad para nadar y orientarse adecuadamente.
Las actividades humanas también juegan un papel crucial. El ruido submarino generado por la navegación comercial, las exploraciones petroleras y la utilización de sonares militares pueden interferir con la comunicación y navegación de las ballenas.
La contaminación del océano con plásticos y otros desechos tóxicos también representa un riesgo para la salud de las ballenas, pudiendo causar envenenamiento y debilitamiento. Las ballenas también pueden quedar atrapadas en redes de pesca, impidiéndoles nadar y respirar con normalidad.