Su vestimenta está cubierta de lodo y agua. Así se evidencia que la ingeniera civil Nancy Abril, administradora de Saneamiento de la Empresa Municipal Etapa, no solo lidera una cuadrilla de 160 obreros que limpia los sumideros en Cuenca.
Ella también participa en forma activa en las tareas.Esta profesional, al igual que Nancy Ávila, Gloria Gómez y María Lucero, se dedica a actividades que antes solo hacían hombres. A sus 44 años, la ingeniera Abril usa botas o zapatos bajos para siempre estar lista en sus tareas como ocurrió el jueves pasado, mientras se celebraba el Día Internacional de la Mujer.
Todos los días llega 30 minutos antes a su jornada de trabajo, que se inicia a las 08:00 en las bodegas de Etapa (sector de Gapal). Es un sitio copado de tubos, alambres, maquinaria, tierra y polvo. Ese tiempo lo aprovecha para planificar sus actividades y organizar los grupos de trabajo.
Para ella, ser mujer no es una dificultad para desempeñar estas funciones. No le preocupa ensuciarse ni manejar la maquinaria o vehículos pesados como el hidrocleaner o la retroexcavadora.
Ángel Ordóñez trabaja desde hace siete años con ella. Él asegura que su jefa se molesta si no han cumplido con las tareas encomendadas . “Infunde respeto”.
Gómez también realiza un oficio al que antes solo se dedicaban los hombres. Desde hace un año y medio trabaja en Continental Tire Andina (llantera). Es parte de las 43 obreras que laboran junto con 800 hombres.
Desde el 2010, Continental contrató a mujeres. Gómez está en las áreas de colocado de pestañas y acabados, porque allí se requiere mayor cuidado.
María Lucero, de 29 años, es su compañera. Labora desde hace dos años y conduce un montacargas, con el que recorre la planta trasladando los cauchos. Viste un overol para sentirse más segura. No le fue difícil aprender su trabajo. “Solo me tomó una semana”.
En el Centro de Revisión Vehicular de Cuencaire, la presencia de Nancy Ávila llama la atención. Es la única mujer que trabaja en medio de 15 hombres.
Desde hace tres años, Ávila, de 30 años, conduce los vehículos que llegan hasta Cuencaire para su revisión. Confiesa sentirse contenta con su trabajo y asegura que no ha tenido ninguna dificultad para desempeñarlo y tampoco trabajar solo con hombres. “Ellos son buenos amigos”.
Es casada y tiene un hijo. Según Nancy, madruga todos los días para cumplir con las tareas del hogar. “Mi esposo me ayuda con las compras y en actividades pequeñas como sacar la basura y que la ropa y juguetes estén en orden”.