La modesta casa de adobe de dos cuartos de la familia Lala Pomavilla está abandonada. Ellos vivían en la comunidad de Ger, en Cañar.
En septiembre pasado, los 11 miembros de este hogar, todos menores de edad, salieron para reencontrase con Luis Freddy, de 18 años. Este emigrante sobrevivió a la masacre registrada en Tamaulipas, México.
El pasado 22 de agosto, 72 emigrantes que intentaban cruzar la frontera entre México y EE.UU. fueron ejecutados por un grupo de la narcoguerrilla mexicana. Lala recorrió herido 20 kilómetros hasta un puesto de control de la Marina y dio la alerta del masivo asesinato.
Ocho días después, tras gestiones de la Cancillería, el cañarense retornó al país en el avión presidencial. Él y los 11 miembros de su familia (hermanos y esposa) fueron incluidos dentro del Programa de Protección a Víctimas y Testigos de la Fiscalía.
William Murillo, ex titular de la Secretaría Nacional del Migrante (Senami), entre marzo y septiembre del 2007, denunció que la familia Lala se siente engañada por el Gobierno. Él lidera la organización 1700 migrantes.com. Según Murillo, no reciben la ayuda ofrecida (casa grande con terreno cultivable, un carro, una tienda, ropa, trabajo estable’) para que retorne al país.
Él lo supo porque en días anteriores (no precisa la fecha) recibió una llamada telefónica de Alejandro, padre de Luis.
Murillo señaló que Alejandro le narró lo que están viviendo. La familia apenas tiene comida y un techo donde vivir proveído por la Fiscalía, pero no tienen ropa y sus hijos enferman a cada rato. Hay médicos que les revisan, pero no es suficiente. Luis se ha desmayado tres veces y no ha sido chequeado por un especialista, aseguró Morillo.
Por ello, agregó, que Alejandro envió una carta al presidente, Rafael Correa, para informarle sobre la situación de la familia y los incumplimientos.
Ayer, por la tarde el secretario, encargado, de la Senami, Juan Pedro Peralta, informó que el sobreviviente de la masacre de Tamaulipas está recuperándose satisfactoriamente. En rueda de prensa afirmó que tanto Freddy Lala como su familia “son atendidos por el gobierno ecuatoriano en el marco de sistema de protección de Víctimas y Testigos de la Fiscalía”. “La atención, bajo estrictas medidas de seguridad, consiste en apoyo psicológico, alimentación, vivienda, salud y educación”, agregó.
Insistió en que Fredy Lala se encuentra bien, en buen estado de salud. “Hoy (ayer) me informaron que está siendo sometido a un chequeo de rutina, neurológico, y de esta forma damos cuenta que el Gobierno sigue trabajando en beneficio de los migrantes ecuatorianos”.
Sobre la supuesta carta enviada al Presidente, Peralta dijo que la Senami está investigando su autenticidad con la Fiscalía.