En el último simulacro del barrio San Felipe hubo poco interés por los simulacros. Foto: Glenda Giacometti, archivo / El Comercio
Los simulacros son una suerte de examen trimestral para medir lo aprendido, en este caso, en materia de prevención ante una probable erupción del Cotopaxi. Desde que se iniciaron, estos ejercicios, han pasado cerca de tres meses, tiempo que permite realizar evaluaciones o ajustes.
En el último ejercicio realizado simultáneamente en Los Chillos y Tumbaco, con el uso del sistema de alerta temprana (sirenas), se vio un menor involucramiento de la población. A diferencia de otros simulacros, en el del 18 de octubre, hubo gente que salió a mirar o que se quedó en casa. El argumento fue: ‘Ya sabemos qué hacer’.
Una situación similar se registró el pasado 28 de octubre en el barrio San Felipe, en Latacunga. Este sector es parte de los 25 barrios que forman la parroquia Eloy Alfaro y que pudieran ser afectados por el descenso de lahares. El material bajaría por el río Pumacunchi y Cutuchí, ubicados al occidente de la urbe.
Los pobladores debían caminar hasta el sitio de El Calvario en un tiempo de 20 minutos. Se esperaba la participación de unas 150 personas, pero a esta zona alta de Latacunga arribaron solo 15 mujeres, cinco adolescentes y tres niños. Esto ocurrió pese a una organizada participación de entidades de Riesgo y de Seguridad, como la Policía Nacional.
Estos hechos llevan a las autoridades a realizar evaluaciones. En el caso del Distrito Metropolitano, Juan Zapata, secretario de Movilidad, se refirió al fortalecimiento de la educación a la ciudadanía y la realización de un simulacro integral como los puntos que se determinaron tras una evaluación de los simulacros en el valle de Los Chillos.
Según Zapata, el balance es positivo ya que se cerró un ciclo que incluyó capacitaciones, la colocación del sistema de alarmas tempranas, los simulacros con y sin los equipos… En Los Chillos y Tumbaco, pertenecientes al Distrito, se han dado 32 ejercicios.
En estos participaron 12 000 personas. “Cumplimos un ciclo con la comunidad. No haría falta seguir con los simulacros aislados”.
Para Zapata, se necesita un ejercicio en conjunto para conocer el nivel de respuesta de todos. “Estamos a la espera de hacer el simulacro regional para que la comunidad esté bien preparada”.
En Rumiñahui, también, hubo simulacros y capacitaciones. En este cantón, pese a que cuenta con un alto número de personas que podrían ser afectadas (16 000 aproximadamente), el sistema de alarmas no está listo. Se prevé que se lo entregue en los próximos días.
Jorge Murillo, de la Cruz Roja Ecuatoriana, sede Rumiñahui, indicó que, al momento, el resultado de los ejercicios es que ha faltado coordinación entre las autoridades, la comunidad y otras entidades de ayuda. A esto se suma que debido a los horarios no se ha contado con una participación masiva de personas. Ahora, dijo, se va a cambiar los horarios de los ejercicios para contar con una mayor afluencia de personas.
Tannya Barba, moradora de San Luis e integrante de un comité de gestión de riesgos, indicó que es necesario reforzar las capacitaciones antes de realizar un simulacro. El motivo: los participantes siguen las órdenes de las autoridades. No lo hacen con conciencia. “Se deben reforzar las capacitaciones. Organizar charlas con expertos en el tema para que haya una educación integral”. Caso contrario, aseguró, no sirve de nada hacer simulacros si las personas no saben qué hacer.
Las sirenas del sistema de alerta temprana se utilizaron en el simulacro del 18 de octubre. Foto: Eduardo Terán, archivo / El Comercio
Lo mismo dijo Elsy Rivera, dirigente barrial de Selva Alegre. “Lo importante es que la ciudadanía se empodere de estas actividades para que se obtengan resultados positivos. Incluso así se logrará mayor asistencia”. Además, indicó que la falta de señalización hizo que estas prácticas tengan inconvenientes.
Según datos de la coordinación zonal de la SGR de Cotopaxi, en Latacunga y Salcedo se han realizado 250 simulacros, desde que se inició la emergencia (en agosto). En total, 104 352 personas han participado de todos estos ejercicios de evacuación en las zonas urbanas y rurales de los dos cantones.
Para el pasado 15 de octubre estaba prevista la realización de un simulacro en el que participen los habitantes de las zonas de riesgo de las provincias de Napo, Pichincha y Cotopaxi. Sin embargo, las autoridades de emergencia aplazaron este ejercicio para otra fecha, que aún no se confirma. Para ayer (4 de noviembre) se esperaba otro simulacro, en el centro de Latacunga.
Según Pablo Morillo, coordinador Zonal de la SGR, la Cartera de estado a partir del 13 de octubre inició la segunda etapa de capacitaciones y simulacros en los barrios urbanos de Latacunga.
En esta, los técnicos esperan reforzar los conocimientos sobre las rutas de seguridad, mochila de emergencia y qué hacer durante los ejercicios de evacuación. “Esperamos que la población participe. Algunos barrios son muy organizados y en otros falta la colaboración de los líderes barriales”.