Unas 20 familias chachis se dedican a la elaboración de artesanías en materiales como la paja toquilla y luego las venden a los tsáchilas. Foto Juan Carlos Pérez / EL COMERCIO
El segundo piso de una casa de madera se convirtió en el taller de artesanía de los chachis radicados en Santo Domingo. Ellos llegaron a la provincia de los Tsáchilas desde Esmeraldas en 1985.
El presidente de la comuna, Luis Cimarrón, recordó que se autoexiliaron para encontrar mejores oportunidades como educación y trabajo para sus hijos. Pero este éxodo hizo que de a poco sus costumbres se modificaran.
Los hombres empezaron a trabajar en la agricultura y la construcción. Mientras que las mujeres optaron por lavar ropa a domicilio o a los quehaceres domésticos. Por eso desde hace dos años se inició la construcción del taller en la comunidad chachi, ubicada en la entrada de la comuna tsáchila Chigüilpe, en la vía Santo Domingo-Quevedo.
Ahora las mujeres retomaron las actividades artesanales. Ellas elaboran canastos, abanicos, tapetes y figuras en paja toquilla. Los hombres, en cambio, se encargan de cortar la planta y someterla a un proceso de secado. Luego las colocan en hileras para que las mujeres las limpien y tejan.
Los productos se venden en los centros culturales de los tsáchilas. Los precios oscilan entre USD 1 y 30, de acuerdo con el tamaño y los acabados.
Cerca de 20 familias, de las 250 que viven en Santo Domingo, se dedican a las artesanías. Uno de sus objetivos es que sus productos se vendan sin intermediarios en las ferias turísticas de la provincia.
Según el chachi Nicanor Picota, se realizan gestiones para buscar el apoyo de la Prefectura y el Municipio de Santo Domingo. La primera acción fue un encuentro hace tres meses.
Para Nalda Bustamante, del Consejo de Protección de Derechos del Municipio, una vez que se tengan los resultados del trabajo que se realizó en las mesas temáticas se podrán adoptar acciones. “Como organización somos los encargados de crear políticas públicas y vigilar que los derechos de la nacionalidad no se vulneren”.
La docente de la escuela Chachi Tutsa, Ebiliana Acero, afirmó que practicar nuevamente la actividad artesanal ha unido a las 20 familias de la comunidad. “Es un trabajo que nos ayuda a preservar la cultura porque las madres enseñan a sus hijas las técnicas de tejido y la idea es que las niñas cuando sean madres transmitan sus conocimientos a sus hijos”.
Ella también hace artesanías con sus alumnos. “No se trata de que aprendan la actividad como tal sino que los niños valoren la cultura ancestral de nuestro pueblo”.
El chachi Cirilo de la Cruz dijo que otro de los retos que tiene la nacionalidad en Santo Domingo es preservar el idioma nativo que es el chapalá. “Muchos jóvenes vinieron cuando eran niños y por ello en la actualidad no recuerdan nuestro idioma”.
Otra de las tradiciones que se perdió y se busca rescatar es la vestimenta, caracterizada por collares de semillas, faldas y camisones de colores brillantes y llamativos como el verde, el azul y el amarillo.
Por ello, buscan trabajar de la mano con la Casa de la Cultura núcleo Santo Domingo de los Tsáchilas para incentivar a los chachis a que practique el idioma, la vestimenta y la música.
Graciela Torres, directora de la Casa de la Cultura, aseguró que en diciembre pasado entregaron un proyecto a la Prefectura para trabajar en la tecnificación de la música y la danza de los chachis.
El proyecto se encuentra en la fase de revisión. “Una vez que se ajuste el presupuesto esperamos una respuesta”.
Según Torres, se busca trabajar con los niños y jóvenes para que recobren la identidad. “Este trabajo se empezó a hacer con los tsáchilas y ahora ellos están apoderados de su cultura y la muestran a los turistas”.
Ella agregó que el proyecto servirá para rescatar la cultura, pero también para mostrar la diversidad étnica del cantón.
En contexto
Según el Sistema Integrado de Indicadores Sociales, el 73,5% de los pueblos indígenas que se cambió de su lugar de origen lo hizo por buscar trabajo. En el caso de los chachis, unas 1 000 personas se asentaron en Santo Domingo.