La reciente alerta roja con posibilidad de tsunami en la costa ecuatoriana puso a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades, para proteger a los habitantes.
La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos y la Armada Nacional, han dado capacitación a la gente para enfrentar fenómenos naturales. El martes, gran parte de los habitantes fue hacia las partes altas, que son los sitios seguros asignados a sus territorios, cuando se emiten alarmas.
Habitantes de Santa Elena, Salinas y La Libertad fueron de inmediato al cerro El Tablazo y se quedaron hasta terminada la emergencia, coordinada por el ECU911 de la península. Igual ocurrió en poblados como San Pablo, Monteverde, Cadeate, Libertador Bolívar, Manglaralto, Montañita, Olón, etc.
Los pescadores sacaron sus naves a mar abierto, siguiendo la recomendación. Ni allí ni en Playas, Morro o Posorja, en Guayas, se reportaron daños.
Una de las claves para mejorar la respuesta frente a emergencias es el aprendizaje que dejan experiencias, como la alerta de tsunami tras el terremoto en Japón, en el 2011.
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El Instituto Oceanográfico de la Armada se ha enfocado desde entonces en el estudio sobre tsunamis. Entre el 2011 y el 2013 se instalaron dos boyas de detección, que son el punto focal del Sistema de Alerta de Tsunamis del Pacífico. Las decisiones al respecto parten de reuniones internacionales para coordinar acciones regionales.
La oportuna activación de los Comités de Operaciones de Emergencia provinciales es primordial. La evaluación de la respuesta en Esmeraldas fue positiva. Allí se puso en práctica lo aprendido el 6 de febrero pasado, en el simulacro binacional de tsunami, coordinado entre Esmeraldas, Carchi e Imbabura y poblados del Departamento de Nariño, en Colombia.
Las familias de las riberas de los ríos y cerca del mar salieron en orden. “No hubo caos, inseguridad, ni saqueos. La gente ya sabe cómo actuar”, dijo el presidente encargado del organismo, Stalin Álava.
Según Riesgos, en la provincia se evacuaron 28 474 personas, la mayor parte de la capital. Salieron tras activarse las alarmas de alto alcance que están en la Prefectura y en el Panecillo. Son parte del sistema de alerta temprana de tsunami, instalados hace tres años.
Orfa Cabezas, de la Secretaría de Gestión de Riesgos de Manabí, dijo que se activó el plan llamadas a colaboradores en los nueve cantones costaneros. “Respondieron pronto. Nos dieron información inmediata sobre el comportamiento del mar. Así supimos que nuestras costas estaban en total normalidad”.