El aporte ciudadano es importante en la prevención ante creciente de ríos

desastres naturales

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La prevención y la asistencia ciudadana son fundamentales para evitar mayores afectaciones por los desastres naturales, pérdidas materiales y riesgos personales por lluvias intensas. Entre el viernes 10 y el domingo 12 de octubre del 2014, en varios tramos los ríos Yanuncay y Tomebamba, que atraviesan la capital azuaya, se salieron de su cauce y provocaron daños.

Fernando Figueroa, director de la Central de Emergencias ECU-911 en el Austro, dijo que cuando está por acercarse el invierno los ciudadanos deben limpiar las aceras, tapas de las alcantarillas y bordillos para evitar que se taponen.

En la zona rural, los propietarios de predios que están en laderas o junto a quebradas deben cortar la vegetación que en ocasiones tapona los cauces. Asimismo, dejar expeditos los espacios que servían de desfogue de aguas que desaparecieron durante el verano o por la construcción de viviendas. También son oportunas las mingas de limpieza comunitarias convocadas por las Juntas Parroquiales.

Otra recomendación es evitar la pesca deportiva en los ríos porque generalmente las orillas están socavadas y frágiles y con el mínimo peso la persona puede caer al agua. Cuando los ríos están con caudales altos esta pesca es una práctica común porque se cree que bajan truchas del Parque Nacional Cajas, donde nace el río Tomebamba.

El Tomebamba y el Yanuncay son ríos rocosos lo que impide que la persona salga ilesa de una caída, aseguró Oswaldo Ramírez, jefe del Cuerpo de Bomberos de Cuenca. En cada emergencia, el llamado más frecuente de las autoridades de las entidades de socorro es que no se acerquen a las orillas de los afluentes.

Sin embargo, esto no se cumple por parte de ciertos ciudadanos. En días de lluvias intensas y permanentes es común encontrar a guardias municipales retirando a personas del lugar. En la última emergencia, el gobernador de Azuay y presidente del Comité de Operaciones de Emergencia, Leonardo Berrezueta, dispuso llevar detenidas a las personas que insistan en permanecer cerca de los afluentes.

Desde las instituciones públicas también hace falta una política de prevención permanente. Por ejemplo, la colocación de banderines rojos y cintas amarillas de precaución en las zonas vulnerables a deslizamientos o desbordamientos de ríos, para evitar que la gente se acerque. Tras la última emergencia se colocaron estos códigos en las zonas más afectadas en Cuenca como Sayausí, Puertas del Sol, Hospital Vicente Corral Moscoso…

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