En el sector comercial de Tulcán hay alivio porque la apertura del Puente Internacional de Rumichaca, en la frontera entre Ecuador y Colombia, será de forma progresiva y en tres fases.
En la primera se establece que conductores de transporte pesado puedan cruzar la frontera para entregar las mercancías a partir del miércoles, 1 de diciembre de 2021.
El paso peatonal se contempla en una segunda etapa, que está prevista para enero del próximo año. Mientras que, los vehículos particulares podrán cruzar el límite internacional en una fecha aún no determinada, dependiendo de la situación epidemiológica por el covid-19 en la región.
Con ello se busca cumplir el acuerdo entre los presidentes de Ecuador, Guillermo Lasso, y de Colombia, Iván Duque, que en el último encuentro realizado en Quito anunciaron una apertura ordenada y gradual.
Para Alexander Chamorro, presidente de la Cámara de Comercio de Tulcán, primeramente, se necesita crear condiciones favorables para la apertura total de la frontera.
El cantón Tulcán hay 2 500 locales que se han reactivado luego de que en marzo de 2020 se suspendió el tránsito de personas y vehículos particulares entre los dos países, tras el inicio de la pandemia.
Por eso, creen que es necesario que se implementen medidas de compensación, como el IVA diferenciado en fechas especiales.
La idea es que los comerciantes tulcaneños logren igualdad de condiciones ante el diferencial cambiario que favorece al peso colombiano frente al dólar. Hoy la moneda colombiana supera la barrera de los 4 000 por un dólar.
Por lo pronto, comerciantes locales reciben charlas con docentes de Administración de la Universidad Politécnica Estatal del Carchi (UPEC) para mejorar estrategias de mercadeo para afrontar la nueva dinámica comercial cuando se abra el punto limítrofe.
Antes de la pandemia, compradores del interior del Ecuador cruzaban a las ciudades colombianas de Ipiales y Pasto para hacer compras.
Según Freddy Quinde, director de Emprendimiento de la UPEC, la reapertura del viaducto internacional debe ser vista como una oportunidad para el sector comercial, hotelero y alimenticio de la capital de Carchi, porque se espera una mayor presencia de turistas.
En tanto, los transportistas pesados ecuatorianos anhelan poder cruzar con sus vehículos y entregar las cargas en las bodegas colombianas. Hasta este martes 30, entregaban la carga internacional en la frontera para que los camiones continúen la marcha conducidos por choferes de vecino país.
Patricio Rodríguez, presidente de la Asociación Pesado de Carchi, explica que los 1 000 socios han recibido la vacuna covid-19 por lo que podrán cruzar la frontera sin representar riesgos sanitarios.
Desde hace 20 meses solo el transporte de carga que lleva productos de importación y exportación podían cruzar la frontera. De Ecuador van entre 100 y 200 vehículos de carga cada día, explica Rodríguez. Entre la mercadería que sale de nuestro país están los tableros aglomerados, productos enlatados, productos agrícolas de temporada.
Las autoridades de la provincia esperan que con la apertura oficial de la frontera se superen los focos de inseguridad que se dieron durante los últimos meses. Durante este período, personas han cruzado de un país a otro utilizando pasos fronterizos no autorizados. Según la fuerza pública, hay más 40 de estas trochas que eran utilizadas para movilización informal de transeúntes y mercaderías.
La apertura progresiva de la frontera anunciada en el lado ecuatoriano generó la reacción de sectores comerciales, productivos y autoridades del departamento de Nariño. El gobernador Jhon Rojas manifestó que las condiciones son propicias para la reapertura de la frontera, con el cumplimiento de todos los protocolos de bioseguridad. “No puede ser ahora la excusa de la nueva variante ómicron que lleve a tomar estas medidas”.
Rojas manifestó que el gobierno ecuatoriano debe reconsiderar lo que se acordó y rechazan el anuncio a pocas horas de la apertura.
Tanto en Colombia como en Ecuador se espera la época navideña que incrementa las ventas.