El colegio Gustavo Becerra, de La Concordia, funciona en un lugar prestado. Foto: Diana Delgado para EL COMERCIO
A un mes del inicio del nuevo año escolar, los estudiantes de la zona rural de Santo Domingo de los Tsáchilas atraviesan peripecias para estudiar.
Las escuelas y colegios donde se formaban, dejaron de funcionar por falta de alumnos, otras por la unificación o por la construcción de las unidades del siglo XXI. Este programa es diferente al de las unidades del milenio.
Por eso, los padres de familia piden la reapertura de 19 escuelas y un colegio, que empezaron a cerrarse desde el 2010.
Sin embargo, solo se han ingresado 10 solicitudes al Ministerio de Educación para habilitar los centros educativos cerrados en Santo Domingo y La Concordia. En el resto de casos, los padres no saben cómo tramitar el pedido o se lo hizo a otros organismos como las Juntas Parroquiales.
La Coordinación Zonal 4 de Educación señaló que los padres de familia y los dirigentes aún pueden hacer la solicitud escrita. Pero informaron que el trámite tarda porque debe realizarse una inspección.
Las 19 escuelas y un colegio están situados en las parroquias Luz de América, Valle Hermoso, Santa María del Toachi, Alluriquín, San Jacinto, Las Villegas y Plan Piloto. Se tiene previsto que al menos 3 000 alumnos de estas zonas regresen a los centros.
En ese proceso están los padres de la exescuela Carchi, en Luz de América y que funcionó por más de 50 años.
Los niños fueron trasladados a una escuela del siglo XXI en el recinto La Susanita, a más de dos kilómetros de la antigua. Para los padres, es una travesía llevar a sus hijos a clases. “No nos quejamos de la educación, pero sí de la distancia porque los niños llegan cansados a estudiar y nuestra escuela está llena de maleza”, afirma José Moreira, padre de un niño.
En el caso de La Concordia, en el 2016 se cerró el colegio técnico agroindustrial Gustavo Becerra, ubicado en la parroquia rural Las Villegas.
Los estudiantes fueron trasladados a otra institución mientras se demolía el colegio para construir uno nuevo, con laboratorios para las especialidades de mecánica y otras.
Según el director del colegio, Eker Loor, el mobiliario de la institución, incluyendo 60 computadoras, fue repartido a otras escuelas, porque hubo la promesa de que el colegio sería repotenciado. “Todo lo que perdimos, ahora nos hace falta para enseñarle a los alumnos”. En los tres últimos años no llegaron los laboratorios ni el mobiliario.
Los estudiantes se han cambiado de instalaciones en tres ocasiones. “En el centro anterior, los pupitres eran para niños de escuela y no entrábamos”, señaló uno de los estudiantes de mecánica.
Este año lectivo fueron trasladados a una nueva escuela con tres aulas, que no abastecen para los 500 alumnos matriculados. Por eso, se debió hacer una doble jornada.
Además, los profesores debieron armar un aula móvil y con los fondos de la venta de palma de aceite -de una plantación en la que los alumnos practican agronomía– debieron adecuar los baños. Sin embargo, aún no tienen conexión con el alcantarillado sanitario.
Johana Cevallos es la representante de Jonathan Loor, de 14 años, quien cursa el octavo año en la sección vespertina del Gustavo Becerra. El joven vive en el recinto Cristo Rey, a una hora y 20 minutos de donde está el colegio. Debe caminar más de una hora desde su casa hasta el centro de Las Villegas para tomar un autobús.
En la noche, el camino es peligroso y ya en dos ocasiones han intentado robarle la mochila. “Debemos ir a buscarlo al centro y caminar en grupo por un camino que ahora en invierno esté lleno de lodo”.
Eso motivó a los padres de familia a realizar una protesta pacífica frente a la Gobernación de Santo Domingo de los Tsáchilas para exigir que los dejaran utilizar las aulas de la escuela del siglo XXI.
El gobernador Rodrigo García señaló que gestionará la repotenciación del único colegio de La Concordia que brinda un bachillerato técnico.
Desde la Dirección Distrital de Educación de La Concordia se informó que se construirán aulas móviles para eliminar la sección vespertina.
En el recinto La Alegría, en Nuevo Israel, los padres de familia también hicieron la petición para que la escuela fuera reabierta el próximo año.
Desde hace tres años, los niños deben asistir a una escuela en el kilómetro 21 de la vía Santo Domingo – El Carmen.
Dominga Sánchez tiene dos hijos. No hay transporte público para trasladarse y camina más de tres kilómetros con sus hijos, de 7 y 10 años, para llevarlos a la escuela. “A veces los vecinos me llevan en su carro”.
Según Coordinación Zonal 4, se prevé hasta septiembre reabrir tres escuelas. Sobre los planteles del siglo XXI, el ministro de Educación, Milton Luna, afirmó el 2 de mayo -en una visita a la provincia- que hay un litigio legal con la constructora por retrasos e incumplimiento; por eso no hay fecha de apertura.